Un equipo de matemáticos del Instituto McMaster para la Música y la Mente en Canadá descubrió que los patrones de descarga de música se asemejan a los patrones que se encuentran en las epidemias de enfermedades. En su artículo publicado en Proceedings of the Royal Society A, el grupo describe la aplicación de un modelo estándar utilizado para describir la propagación de enfermedades a una gran base de datos de música descargable.
Durante muchos años, algunas canciones se han considerado contagiosas: una persona puede escucharlas y luego reproducirlas para otra y esas personas las comparten con otras hasta que la canción se convierte en un éxito. En este nuevo esfuerzo, los investigadores se preguntaron qué tan cerca podría estar la propagación de las infecciones por canciones a la propagación de enfermedades en el mundo real, como en las epidemias. Para averiguarlo, el grupo obtuvo acceso a los datos almacenados en el ahora desaparecido sitio de música británico MixRadio. El sitio contiene información sobre casi 1.400 millones de canciones, incluido el número de descargas. Luego aplicaron un modelo llamado SIR a los datos. Se utiliza con mayor frecuencia para describir y clasificar la propagación de enfermedades infecciosas.
Los investigadores encontraron que las descargas del sitio coincidían en gran medida con los patrones de propagación de enfermedades. Señalan que este hallazgo tiene sentido lógicamente: las canciones más infecciosas viajan a través de una población al igual que las enfermedades más infecciosas. También señalan que, en algunos casos, algunas canciones infecciosas eran mucho más infecciosas que cualquier enfermedad conocida. Sugieren que el hallazgo también tiene sentido lógicamente. Con las enfermedades infecciosas, se necesita el contacto uno a uno. Con las canciones, una persona puede publicar una canción en su página de Instagram y cientos de personas pueden responder descargándola.
Los investigadores también encontraron que los diferentes géneros de música eran más contagiosos que otros. Descubrieron que el metal y la danza no eran contagiosos. La música pop era más contagiosa, pero no tanto como el hip-hop y el rock. Pero descubrieron que la electrónica es la más contagiosa, por un margen muy amplio. Sugieren que su hallazgo probablemente contiene pistas sobre las audiencias que escuchan. Aquellos a los que les gusta la electrónica, por ejemplo, pueden pertenecer a un grupo que está más conectado que otros, lo que permite que una canción se extienda entre ellos como la pólvora.
Fuente: Phys.org.