El jefe espacial ruso, Dmitry Rogozin, aparentemente amenazó a Elon Musk, pero el fundador y director ejecutivo de SpaceX no parece demasiado preocupado. El domingo 8 de mayo, Musk publicó en Twitter una nota que decía que Rogozin, el jefe de la agencia espacial federal rusa Roscosmos, había enviado a los medios rusos. La nota afirmaba que el ejército estadounidense había entregado equipos para el sistema de Internet por satélite Starlink de SpaceX a los infantes de marina ucranianos y a los “militantes del batallón nazi Azov”.
“Elon Musk, por lo tanto, está involucrado en el suministro de equipos de comunicación militar a las fuerzas fascistas en Ucrania”, escribió Rogozin, según una traducción al inglés que Musk publicó (también tuiteó una versión rusa) “Y por esto, Elon, serás responsable como un adulto, sin importar cuánto te hagas el tonto”.
Esto suena muy parecido a una amenaza, como reconoció Musk en un tuit de seguimiento el domingo.
“Si muero en circunstancias misteriosas, ha sido bueno conocerles”, escribió.
A la madre de Musk, Maye, no le gustó esa respuesta simplista, y tuiteó: “Eso no es gracioso” junto con dos emojis de cara enojada. El empresario multimillonario respondió: “¡Lo siento! Haré todo lo posible para mantenerme con vida”. Después de todo, era el Día de la Madre.
No parece que Musk esté terriblemente preocupado por su seguridad, lo cual no es sorprendente dado que Rogozin es propenso a fanfarronear y exagerar. Por ejemplo, el jefe de Roscosmos ha sugerido en repetidas ocasiones que Rusia puede abandonar el programa de la Estación Espacial Internacional (ISS) si no se levantan las sanciones impuestas a raíz de la invasión, pero sigue siendo más o menos normal en el laboratorio orbital.
Y Musk y Rogozin han intercambiado púas antes. En 2014, por ejemplo, Rogozin comentó que Estados Unidos debería usar un trampolín para llevar a sus astronautas a la ISS, una referencia al hecho de que la nación, en ese momento, dependía completamente de la nave espacial rusa Soyuz para las misiones orbitales tripuladas. Rogozin, quien era el viceprimer ministro de Rusia en ese momento, estaba enojado por las sanciones impuestas poco después de que la nación invadiera y anexionara Crimea, que había sido territorio ucraniano.
En mayo de 2020, SpaceX puso fin a esa dependencia cuando envió a dos astronautas de la NASA a la ISS en su histórica misión Demo-2. Justo después de ese despegue, Musk respondió a Rogozin durante seis años: “¡El trampolín está funcionando!”
SpaceX, Musk y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional se han mostrado abiertos a enviar terminales Starlink a Ucrania para ayudar al país a mantener parte de su infraestructura de comunicaciones durante la invasión en curso de Rusia. Los funcionarios ucranianos solicitaron dicho equipo a fines de febrero, poco después de que comenzara la invasión.
Fuente: Live Science.