Después de meses de quejas del Sindicato de Autores y otros grupos, Amazon.com ha comenzado a exigir a los escritores que quieran vender libros a través de su programa de libros electrónicos que informen a la empresa con antelación que su trabajo incluye material de inteligencia artificial. El Sindicato de Autores elogió las nuevas regulaciones, que fueron publicadas el miércoles, como un “primer paso bienvenido” para disuadir la proliferación de libros generados por computadora en el sitio del minorista en línea. Muchos escritores temían que los libros generados por computadora pudieran desplazar a las obras tradicionales y serían injustos para los consumidores que no sabían que estaban comprando contenido de IA.
En una declaración publicada en su sitio web, el sindicato expresó su gratitud hacia “el equipo de Amazon por tener en cuenta nuestras preocupaciones y dar este importante paso para garantizar la transparencia y la responsabilidad del contenido generado por IA”.
Un pasaje publicado esta semana en la página de pautas de contenido de Amazon decía: “Definimos contenido generado por IA como texto, imágenes o traducciones creadas por una herramienta basada en IA”. Amazon está diferenciando entre contenido asistido por IA, que los autores no necesitan revelar, y trabajo generado por IA.
Pero el impacto inicial de la decisión puede ser limitado porque Amazon no identificará públicamente libros con IA, una política que un portavoz de la compañía dijo que podría revisar. La directora ejecutiva del sindicato, Mary Rasenberger, dijo que su organización ha estado en conversaciones con Amazon sobre material de inteligencia artificial desde principios de este año.
“Amazon nunca se opuso a exigir la divulgación, pero simplemente dijo que tenían que pensarlo detenidamente, y seguimos incitándolos. Creemos y esperamos que eventualmente exijan la divulgación pública cuando un trabajo sea generado por IA”, dijo a The Associated Press el viernes.
El sindicato, que representa a miles de autores publicados, ayudó a organizar una carta abierta en julio instando a las empresas de inteligencia artificial a no utilizar material protegido por derechos de autor sin permiso. James Patterson, Margaret Atwood y Suzanne Collins se encuentran entre los escritores que respaldaron la carta.
Fuente: Tech Xplore.