Con más del doble de altura que la Torre Eiffel, el puente más nuevo de China es un espectáculo de ingeniería. El Puente del Gran Cañón de Huajiang, inaugurado a finales de septiembre en la provincia de Guizhou, conectando dos enormes acantilados, ostenta el récord como el puente más alto del mundo.
Suspendido a unos 630 metros sobre el río Beipan, el puente colgante supera en altura a la Torre de Shanghái, el edificio más alto de China, si se mide desde el río. Comparado con el icónico puente Golden Gate de San Francisco, que se encuentra a tan solo 67 metros sobre el nivel del agua, la estructura de Huajiang parece sacada de otra época.
Atajo para cruzar el cañón
Hasta ahora, cruzar el cañón implicaba horas de conducción en zigzag. El puente reduce ese descenso de dos horas a unos dos minutos. Como lo describen los medios estatales, la inauguración marca un “milagro de infraestructura”.
El puente se extiende 1400 metros, lo que lo convierte no solo en el más alto, sino también en el más largo jamás construido en una región montañosa. Eclipsa al puente Royal Gorge de Colorado, el más alto de Estados Unidos con 290 metros.

Los técnicos que trabajaron en el proyecto describen la experiencia como transformadora. “Irse ahora es agridulce, pero no es el final”, dijo Tian Hongrui, técnico de puentes. “Es el comienzo de un nuevo capítulo”, declaró Tian a la cadena estatal CCTV News.
Ese capítulo implica más que simplemente ir del punto A al B. Para Guizhou, una región que alguna vez estuvo definida por un aislamiento severo, el nuevo puente es la culminación de un largo esfuerzo por lograr conectividad con el resto de China.

Un camino de desarrollo
Guizhou lleva tres décadas en plena construcción, con más de 32.000 puentes construidos desde la década de 1980. En aquel entonces, la provincia contaba con menos de 3.000. En 2016, el puente Duge, también en Guizhou, ostentó brevemente el título de puente más alto del mundo antes de ser destronado por su nuevo hermano. El proyecto Huajiang puede ser el más audaz hasta ahora, transformando una de las regiones más pobres de China en una de las económicamente más activas.
La construcción del puente colgante duró casi cuatro años y requirió la adaptación de los inestables cimientos kársticos del desfiladero. Para demostrar su resistencia, los ingenieros hicieron rodar más de 90 camiones pesados por su tramo en una prueba de carga espectacular.


Pero esto no es sólo una arteria para coches. Un ascensor de cristal eleva a los visitantes por una de las torres hasta una cafetería suspendida a 890 metros sobre el río. Una pasarela de cristal y una plataforma de bungee a 580 metros convierten la vertiginosa escala en una atracción. Los visitantes incluso pueden pasear por el suelo de cristal del nuevo centro de visitantes del puente, contemplando el cañón desde lo alto.
A continuación se muestran algunas fotografías del puente del Gran Cañón de Huajiang mientras aún estaba en construcción, tomadas por Eric Sakowski de HighestBridges.com.






Fuente: ZME Science.