Los gobiernos que siguen en el acuerdo de París actúan con hipocresía, subsidiando la extracción de combustibles fósiles y la destrucción de los bosques, de acuerdo a un nuevo estudio. Los autores dicen que deberíamos aprender de las respuestas exitosas al COVID-19 y el deterioro de la capa de ozono, dos problemas que la humanidad ha enfrentado de una mejor forma.
Investigadores de la Universidad de Exeter en Inglaterra dicen que las políticas sobre la energía, el uso del suelo y la alimentación, no se han enfocado en las consecuencias a largo plazo como la contaminación, la deforestación o la pérdida de la biodiversidad. Por ello, le piden a la población que ejerzan controles más estrictos sobre los gobiernos y que rindan cuentas de manera constante.
La razón por la que aún no resolvemos la crisis climática no es por la falta de soluciones, sino porque los gobiernos siguen apoyando la extracción de combustibles fósiles, argumentaron los autores. Los políticos subsidian la extracción de estos combustibles con el fin de mantener una fuente de energía estable en el futuro.
El estudio comparó la crisis climática con problemas como la pandemia actual o el deterioro de la capa de ozono. Detener y revertir ese deterioro ha sido uno de los mayores logros medioambientales de la humanidad. Por otro lado, las acciones de ciertos gobiernos para detener el COVID-19, muestran que es posible que los gobernantes tomen acciones decisivas para evitar o atenuar crisis.
“Restaurar la capa de ozono y minimizar la pandemia de COVID-19 requirió que los gobiernos promulgaran una legislación específica para abordar las causas precisas de estos problemas”, dijo el profesor Mark Baldwin, autor principal. “Por el contrario, los compromisos del Acuerdo de París equivalen a intentar restaurar la capa de ozono sin un plan para eliminar las sustancias que agotan la capa de ozono”.
El enfoque en resolver la crisis del COVID y de la capa de ozono fue el mismo, según los autores. Ambos involucraron identificar el problema con asesoría científica, emprender una legislación basada en las causas del problema y emplear el respaldo necesario para evaluar el progreso y ajustar el enfoque. Esto no ha pasado con la crisis climática.
Los compromisos del Acuerdo de París por parte de los países individualmente son sólo el comienzo, añadieron los autores. Sabemos que la crisis climática es consecuencia del uso de combustibles fósiles, por lo que, según los investigadores, debemos concentrarnos en nuevas regulaciones y compromisos gubernamentales con el fin de dirigir la solución al problema. Los científicos hacen un llamado a un “plan global exhaustivo” para resolver la crisis climática y para ello hacen 7 recomendaciones.
1. Poner fin a todos los subsidios gubernamentales a la industria de los combustibles fósiles.
2. Prohibir toda exploración de nuevas reservas de petróleo / gas / carbón en cualquier parte del mundo.
3. Hacer cumplir una política de que no se puede gastar dinero público en infraestructura de combustibles fósiles en ningún lugar del mundo.
4. Dejar de justificar el uso de combustibles fósiles empleando esquemas de compensación de carbono.
5. Redirigir la mayoría de los subsidios a los combustibles fósiles a programas específicos para permitir la transición a una economía de energía verde.
6. Minimizar la dependencia de futuras tecnologías de emisiones negativas. Deberían ser objeto de investigación, desarrollo y potencialmente despliegue, pero el plan para resolver la crisis climática debería proceder con la premisa de que no funcionarán a gran escala.
7. Tratos comerciales: No comprar productos de naciones que destruyen las selvas tropicales para producir cantidades mayores y más baratas de carne y productos agrícolas para la exportación.
Fuente: Global Sustainability a través de ZME Science.