El campo magnético terrestre se invirtió hace unos 41.000 años. Y ahora podemos escucharlo

Física

El campo magnético que envuelve a la Tierra y nos protege de los rayos solares más peligrosos no siempre ha sido tan estable. Hace unos 41.000 años, ese campo protector se debilitó hasta apenas un destello de su fuerza habitual. Y luego, los polos se invirtieron. Por un breve momento en el tiempo geológico, el norte se convirtió en sur. Ahora, por primera vez, se puede escuchar el sonido de esa convulsión.

Los científicos de la Universidad Técnica de Dinamarca y el Centro Alemán de Investigación de Geociencias han transformado esta antigua perturbación, conocida como el evento de Laschamp, en algo que se puede experimentar con los oídos: un paisaje sonoro construido a partir de los movimientos de las líneas del campo magnético de la Tierra. El resultado es inquietante, casi de otro mundo. Es una ventana a un pasado lejano en el que el escudo magnético de la Tierra flaqueó y expuso al planeta a fuerzas del espacio.

Un campo en constante cambio

El fenómeno Laschamp en sonido. Crédito: ESA.

La mayoría de nosotros no pensamos mucho en el campo magnético a menos que estemos perdidos en el bosque y saquemos una brújula. Pero en las profundidades del planeta, bajo nuestros pies, el metal fundido se agita y crea este campo de fuerza invisible que se extiende miles de kilómetros hacia el espacio y forma una barrera que protege nuestra atmósfera de la radiación solar.

El campo magnético de la Tierra no es fijo. De hecho, siempre está cambiando. En los últimos 200 años, el campo se ha debilitado en un 9% a nivel mundial, según la NASA. Pero esto es solo un pequeño detalle en una escala de tiempo mucho más larga. “Los estudios paleomagnéticos muestran que el campo es en realidad el más fuerte de los últimos 100.000 años, y es el doble de intenso que su promedio de un millón de años”, señala la NASA.

Sin embargo, ha habido momentos en la historia de la Tierra en los que este escudo magnético era significativamente más débil. Durante esos momentos, más radiación cósmica penetró en nuestra atmósfera. El evento de Laschamp, que ocurrió hace unos 41.000 años, es uno de los ejemplos más sorprendentes.

Durante este evento, los polos magnéticos se invirtieron. Al invertirse, las líneas de campo magnético (esos bucles invisibles que guían todo, desde las agujas de las brújulas hasta las aves migratorias) apuntaban en la dirección equivocada.

“En términos de escalas de tiempo geológicas, eso es muy rápido”, explicó Norbert Nowaczyk, investigador del Centro Alemán de Investigación en Geociencias.

Según el Centro Alemán de Investigación en Geociencias, esta inversión duró solo 250 años. Sin embargo, el campo magnético debilitado persistió durante unos 440 años antes de volver a su intensidad habitual. La superficie de la Tierra fue bombardeada por rayos cósmicos dañinos; la prueba está en los rastros que quedaron en los núcleos de hielo y los sedimentos oceánicos en forma de isótopos de berilio-10.

El evento de Laschamp también se ha relacionado con la extinción de la megafauna en Australia y con cambios en el comportamiento humano, incluido el uso de cuevas como refugios. Sin embargo, esto sigue siendo controvertido.

El sonido de una inversión magnética
Aunque los científicos conocen el fenómeno de Laschamp desde hace décadas, un nuevo esfuerzo ha dado vida a este antiguo fenómeno de una forma inesperada: a través del sonido. Al utilizar datos recopilados por la misión del satélite Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), el equipo ha creado una “visualización sonora” del campo magnético de la Tierra durante este evento.

Los científicos transformaron el movimiento de las líneas del campo magnético en sonido combinando los datos con ruidos naturales como el crujido de la madera y el choque de rocas. El resultado es un paisaje sonoro inquietante y de otro mundo. “El proceso de transformar los sonidos con datos es similar a componer música a partir de una partitura”, explicaron los investigadores.

Este paisaje sonoro desconcertante está diseñado para evocar y capturar la alteración del campo magnético de la Tierra durante el evento de Laschamp.

¿Qué pasa hoy?
Hoy en día, los científicos están siguiendo de cerca el campo magnético de la Tierra. Un área de particular interés es la Anomalía del Atlántico Sur, una región donde el campo es inusualmente débil. Algunos investigadores se preguntan si esto podría indicar una inversión magnética inminente. Pero hasta ahora, no hay evidencia directa que vincule esta anomalía con una inversión de polos futura.

Desde 2013, los satélites Swarm de la ESA han estado midiendo señales magnéticas de varias partes de la Tierra. Las áreas de enfoque incluyen el núcleo, el manto y la corteza, así como los océanos, la ionosfera y la magnetosfera. Estos datos ayudan a los científicos a comprender mejor la dinámica compleja del campo magnético de la Tierra y deberían ofrecer una advertencia temprana de una inversión de polos inminente.

Si bien es probable que cualquier inversión de campo magnético potencial aún esté a miles de años de distancia, las consecuencias podrían ser significativas, especialmente para la tecnología moderna. Un campo magnético más débil brindaría menos protección contra el viento solar y los rayos cósmicos, según Monika Korte, experta en geomagnetismo de GFZ Potsdam. Las brújulas perderían precisión y los satélites que manejan telecomunicaciones o monitorean el clima podrían experimentar interrupciones.

Sin embargo, Korte asegura que la atmósfera terrestre seguiría protegiendo a los seres humanos y a los animales de la radiación nociva, pero señala que los efectos que se suelen observar durante las fuertes tormentas geomagnéticas, como los daños a los satélites, los problemas de comunicación y el aumento de la radiación en los vuelos de larga distancia y en la Estación Espacial Internacional, podrían volverse más frecuentes incluso durante una actividad solar moderada.

Fuente: ZME Science.

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