El papa critica duramente la versión IA de él mismo

Tecnología

“No os volváis a los ídolos ni os hagáis dioses de fundición. Yo soy el Señor”. ¿Es esto un fragmento real de la Biblia o de ChatGPT? Cada vez es más difícil distinguir entre lo real y lo falso en la era de la IA. Por todas partes, varias personas construyen copias de sí mismas con IA y, al parecer, también querían hacer lo mismo con el Papa. Sin embargo, al Papa no le interesó.

“Recientemente alguien pidió autorización para crear un yo artificial”, dijo el Papa León XIV. “Este Papa con inteligencia artificial les daría respuestas a sus preguntas, y yo dije: ‘No voy a autorizarlo’”.

La cita, publicada por primera vez en una biografía de la periodista de Crux Elise Ann Allen, ha llegado a definir el papado inicial de León. Tres meses después de asumir el cargo, dejó claro que, si bien la Iglesia no se opone al progreso tecnológico, existen límites, especialmente en lo que respecta a la representación espiritual.

“Si hay alguien que no debería ser representado por un avatar, yo diría que el Papa está en lo más alto de la lista”, añadió León.

La IA difumina la realidad y las falsedades

La principal preocupación del Papa León es qué sucede cuando lo sagrado se filtra a través de lo sintético. Una copia de IA sería una imitación, y además muy imperfecta.

“En el mundo de la medicina, se han logrado grandes cosas gracias a la IA”, afirmó, según la CNA. “Sin embargo, esto conlleva un peligro, ya que se termina creando un mundo falso y luego uno se pregunta: ¿Cuál es la verdad?”.

Ya ha visto el mundo falso. Todos hemos visto casos en los que la IA se descontroló y empezó a alucinar y a generar desinformación. En una ocasión, un video manipulado de forma convincente mostró al Papa cayendo por unas escaleras, algo que en realidad nunca ocurrió.

Un día, hablando con alguien, me preguntó: “¿Estás bien?”. Y le dije: “Sí, estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?”. “Bueno, te caíste por las escaleras”. Le dije: “No, no me caí”, recordó. “Pero había un video en algún lugar donde habían creado a un papa artificial, yo, cayendo… y al parecer era tan bueno que pensaron que era yo”.

Para el Papa León, esto fue una historia que sirvió de advertencia.

“La tentación es que la gente lo crea, y lo cree porque parece que algunos necesitan recibirlo”, dijo. “La gente quiere creer en conspiraciones, quiere buscar todas estas falsedades, y eso es muy destructivo”.

Una institución humana en la era de las máquinas

Desde su elección en mayo, el Papa León XIII ha vuelto una y otra vez a un mismo tema: la humanidad. En la era de la IA, el problema es más acuciante que nunca. Advierte sobre un mundo digital que “seguirá su propio camino y nos convertiremos en peones o seremos ignorados”.

Le preocupa especialmente la influencia de la IA en niños y jóvenes. A principios de este año, habló de las posibles consecuencias del uso de la IA en su desarrollo intelectual y neurológico. Durante su primera conversación telefónica con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el pontífice abordó la necesidad de una IA ética al servicio de la humanidad. Las preocupaciones del pontífice también alcanzan la economía y la ética.

“La dignidad humana tiene una relación muy importante con el trabajo que realizamos”, dijo. “Si automatizamos el mundo entero y solo unas pocas personas tienen los medios… se avecina un gran problema, un problema enorme”.

Esas pocas personas (es decir, los multimillonarios del sector tecnológico) también han provocado su enojo.

“Si la Iglesia no se pronuncia, o si alguien no se pronuncia al respecto… el peligro es que el mundo digital siga su propio camino”, advirtió, criticando a los “extremadamente ricos” por invertir fuertemente en IA mientras “ignoran por completo el valor de los seres humanos y la humanidad”. En una de sus primeras entrevistas como Papa, se centró en los ultrarricos y la brecha entre ricos y pobres.

Una advertencia, no un rechazo

Para el Vaticano, se trata de adaptarse a los nuevos tiempos sin perder el alma de la Iglesia ¿Podría la IA encarnar alguna vez la autoridad moral de un papa vivo y palpitante? Según León XIV, la respuesta es no. No porque la IA no sea lo suficientemente inteligente, sino porque se perdería algo esencial: el peso espiritual y ético de la presencia humana.

Pero otros quizá no vean una línea tan clara. En cualquier caso, el Papa León no pide prohibir la IA. Pide discernimiento y un uso adecuado.

“No estoy en absoluto en contra de la inteligencia artificial”, afirmó. Pero, si no se controla, cree que amenaza con erosionar el significado de ser humano y, por extensión, el de ser santo.

Es difícil no empatizar con su perspectiva. A medida que la IA se infiltra más en la vida cotidiana, es fácil imaginar que la religión será la siguiente. Un sacerdote generado por IA para confesarte. Un teólogo chatbot para responder a tus dudas. Un papa artificial para bendecir tu pantalla.

La tecnología amenaza con mezclarse con nuestras almas. El Papa León parece creer que eso es un problema: “Va a ser muy difícil descubrir la presencia de Dios en la IA”.

Fuente: ZME Science.

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