Una mutación del SARS-CoV-2 que apareció en el este de Asia al comienzo de la pandemia está relacionada con síntomas más leves que los causados por la versión no mutada del virus.
A principios de 2020, investigadores en Singapur identificaron un grupo de casos de COVID-19 causados por una variante del SARS-CoV-2 a la que le faltaba un fragmento de ADN que abarcaba dos genes, ORF7b y ORF8. Para determinar las consecuencias de este cambio, llamado eliminación, Lisa Ng de la Red de Inmunología de Singapur y sus colegas compararon a las personas infectadas con virus que llevan la eliminación con las infectadas por virus normales.
Ninguna de las 29 personas cuyos virus tenían la mutación necesitaba oxígeno suplementario, pero 26 de las 92 personas cuyos virus carecían de la mutación sí lo necesitaban. Los virus que llevan la eliminación no se han detectado desde marzo, posiblemente debido a medidas de control de infecciones.
El virus responsable del brote de síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2002-04 adquirió una deleción similar en el gen ORF8, lo que sugiere que esta podría ser una adaptación importante para infectar a los humanos, dicen los autores.
Fuente: Nature.