El calentamiento global ya está afectando tanto la salud de las personas que las acciones de emergencia sobre el cambio climático no se pueden suspender mientras el mundo se enfrenta a la pandemia de COVID-19, advirtieron el lunes revistas médicas de todo el mundo.
“La salud ya está siendo dañada por el aumento de la temperatura global y la destrucción del mundo natural”, se lee en un editorial publicado en más de 220 revistas líderes antes de la cumbre climática COP26 en noviembre.
Desde la era preindustrial, las temperaturas han aumentado alrededor de 1,1°C. El editorial, escrito por los editores en jefe de más de una docena de revistas, incluidas The Lancet, East African Medical Journal, Revista de Saude Publica de Brasil y International Nursing Review, dijo que esto había causado una gran cantidad de problemas de salud.
“En los últimos 20 años, la mortalidad relacionada con el calor entre las personas mayores de 65 años ha aumentado en más del 50%”, se lee.
“Las temperaturas más altas han provocado una mayor deshidratación y pérdida de la función renal, neoplasias dermatológicas, infecciones tropicales, resultados adversos de salud mental, complicaciones del embarazo, alergias y morbilidad y mortalidad cardiovascular y pulmonar”.
También señaló la disminución de la producción agrícola, “obstaculizando los esfuerzos para reducir la desnutrición”.
Estos efectos, que golpean más duramente a los más vulnerables como las minorías, los niños y las comunidades más pobres, son solo el comienzo, advirtió. Tal como están las cosas, el calentamiento global podría alcanzar + 1,5°C en niveles preindustriales alrededor de 2030, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU. Y eso, junto con la continua pérdida de biodiversidad, “corre el riesgo de daños catastróficos para la salud que será imposible revertir”, advirtió el editorial.
“A pesar de la preocupación necesaria del mundo por COVID-19, no podemos esperar a que pase la pandemia para reducir rápidamente las emisiones”.
En un comunicado antes de la publicación del editorial, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: “Los riesgos que plantea el cambio climático podrían empequeñecer los de cualquier enfermedad”.
“La pandemia de COVID-19 terminará, pero no hay una vacuna para la crisis climática. Cada acción que se tome para limitar las emisiones y el calentamiento nos acerca a un futuro más saludable y seguro”.
El editorial señaló que muchos gobiernos enfrentaron la amenaza del COVID-19 con “financiamiento sin precedentes” y pidieron “una respuesta de emergencia similar” a la crisis ambiental, destacando los beneficios.
“Una mejor calidad del aire por sí sola generaría beneficios para la salud que compensarían fácilmente los costos globales de la reducción de emisiones”, decía.
Los autores también dijeron que “los gobiernos deben realizar cambios fundamentales en la forma en que nuestras sociedades y economías están organizadas y en cómo vivimos”.
Fuente: Science Alert.