Mientras el mundo lucha contra la devastadora pandemia de coronavirus, aún no hemos hecho lo suficiente por prepararnos para futuras, y posiblemente más dañinas, según advirtió ayer lunes un monitor de salud global.
En un reciente informe, la Junta de Monitoreo de la Preparación Global (GPMB con sus siglas en inglés) un cuerpo independiente creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial condenó que la pandemia del coronavirus haya demostrado cuan poco preparados estábamos para un desastre de esta magnitud, a pesar de las advertencias en las que se afirmaba que los brotes eran inevitables.
“La pandemia de COVID-19 está proporcionando una dura prueba de la preparación del mundo”, dijo el informe, y concluyó que se había avanzado poco en cualquiera de las acciones que había pedido en su informe inicial el año pasado, antes de que golpeara el COVID-19. “No aprender las lecciones del COVID-19 o actuar en consecuencia con los recursos y el compromiso necesarios significará que la próxima pandemia, que seguramente llegará, será aún más dañina”, advirtió.
Gro Harlem Brundtland, copresidenta del GPMB y antigua jefe de la OMS, recalcó que el año pasado, la junta había advertido que el mundo estaba poco preparado para una pandemia.
“Trágica y catastróficamente, hemos visto nuestros peores temores realizados”, dijo. “El impacto de COVID-19 es incluso peor de lo que anticipamos, pero las acciones que pedimos el año pasado aún no se han tomado”.
El reporte ha llegado justo cuando el número de muertes por la enfermedad se acerca al umbral del millón, de los casi 30 millones de casos que se han reportado desde que el virus se detectó en China por primera vez.
Pánico y negligencia
Brundtland, también ex-primera ministra de Noruega, insistió con que ya es hora de romper el “ciclo de pánico y negligencia” con el que se ha tenido como resultado las consecuencias catastróficas del COVID-19.
El GPMB está pidiendo una amplia cooperación global y una financiación preventiva y a largo plazo para la preparación y la prevención. También instó a la ONU, la OMS y a instituciones financieras internacionales como el banco mundial a convocar una cumbre acerca de esta emergencia de salud global, con el objetivo de establecer un marco de referencia internacional que sirva de respuesta y preparación en cuanto a las emergencias.
El marco debe incluir, entre otras cosas, un mecanismo para asegurar el “financiamiento sostenible y predecible en la escala que se requiere”, dijo Brundtland.
“El retorno de la inversión en la preparación para una pandemia es inmenso”, dijo, señalando que “las estimaciones del costo de la prevención y la preparación se miden en miles de millones de dólares, pero el costo de una pandemia se mide en billones”.
El actual jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estuvo de acuerdo y dijo al evento virtual que “gastar en salud y preparación no es caridad. Es una inversión en nuestro futuro”.
No invertir en la preparación, dijo, es “como si esperáramos a que el avión se estrellara y luego solicitáramos más inspecciones de seguridad; esperamos hasta que la ciudad se incendie y luego decidimos que necesitamos un departamento de bomberos”.
Tedros destacó que COVID-19 “no será la última pandemia, ni la última emergencia sanitaria mundial”.
“Cada día que permanecemos al margen y no hacemos nada es un día que nos acerca a la próxima emergencia de salud mundial, ya sea por un brote de enfermedad, cambio climático o un desastre natural o autoinfligido”, dijo.
“No sabemos cuál será la próxima emergencia sanitaria mundial, pero sabemos que llegará y debemos estar preparados”.
Fuente: Science Alert.