Machu Picchu, construido en lo alto de los Andes por la civilización inca hace más de 500 años, sigue siendo una de las atracciones más fascinantes y populares para los visitantes de América del Sur. El sitio, así como el Parque Nacional Machu Picchu que lo rodea, también sigue siendo un sitio importante para la investigación arqueológica, con nuevos descubrimientos realizados hasta el día de hoy, como fue el caso con un nuevo estudio.
En un nuevo estudio, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Varsovia utilizó drones y tecnología láser para explorar el área alrededor del complejo inca Chachabamba, un centro ceremonial centrado en el agua. Encontraron una docena de pequeñas estructuras previamente desconocidas erigidas en un patrón circular y rectangular en el borde del complejo. Los investigadores sugieren que las estructuras fueron habitadas por los individuos que operaban Chachabamba. Dominika Sieczkowska, autora principal del estudio, dijo a los medios locales que hay indicios de que las mujeres eran las principales cuidadoras del complejo, según los objetos descubiertos durante estudios arqueológicos anteriores.
Las ruinas de Chachabamba, descubiertas alrededor de 1940, están ubicadas en un antiguo camino inca a lo largo de la margen sur del río Urubamba. Era un sitio religioso importante, con un conjunto de baños que probablemente se usaban para rituales. También se cree que tuvo una función secundaria como puerta de entrada, protegiendo la entrada a Machu Picchu.
El área es difícil de estudiar, ya que las ruinas se encuentran en lo profundo de la jungla. Además, en 2012, los deslizamientos de tierra restringieron aún más el acceso a las ruinas. Buscando comprender mejor el área y utilizando enfoques arqueológicos novedosos, los investigadores comenzaron a realizar investigaciones arqueológicas en el sitio en 2016. Ahora, han publicado sus hallazgos.
“Este estudio se realizó para responder varias preguntas fundamentales”, escribió el equipo en su artículo. “Se desconoce la cantidad de agua que fluyó a través de los canales que suministraban agua al sistema de la casa de baños. una mayor o menor velocidad y cantidad de flujo de agua pudo haber sido determinante para las ceremonias realizadas en los baños.”
Un enfoque innovador
Para su estudio, los investigadores utilizaron una herramienta relativamente nueva en arqueología conocida como detección y alcance de luz (o LiDAR). LiDAR utiliza un láser pulsado para estimar las distancias variables de un objeto desde la superficie de la Tierra. Estos pulsos, junto con los datos recopilados por un sistema aerotransportado, generan información en 3D sobre el objeto objetivo.
LiDAR se ha convertido en una herramienta valiosa para que los arqueólogos estudien áreas que son peligrosas o inaccesibles para estudiar. En 2018, Perú ordenó un levantamiento LiDAR en helicóptero de las ruinas de Chachabamba. Si bien los datos proporcionaron información sobre el área, no fueron lo suficientemente detallados, lo que llevó a los investigadores a utilizar drones para este estudio. Con todo, los drones y LiDAR abren nuevas vías para la investigación arqueológica, especialmente en los casos en que los objetivos son remotos y difíciles de observar directamente.
Los escaneos mostraron 12 estructuras cercanas a la principal parte ceremonial de Chachabamba y un conjunto de canales subterráneos de piedra. Estos fueron alimentados por el río Urubamba y abastecieron de agua a todo el sitio. Luego, los investigadores utilizaron simulaciones por computadora para recrear cómo el agua pudo haber fluido a los baños rituales, en función de la muerte del canal.
“Podemos concluir que el agua en el sistema hidráulico de Chachabamba cumplía un propósito más simbólico que utilitario (por ejemplo, el llenado de vasijas para uso doméstico). Nuestros cálculos indican que el agua puede haber fluido de manera desigual en todo el sistema y se desbordó en ciertas partes de los canales”, escribieron los investigadores.
Sin duda, muchas otras estructuras esperan ser detectadas en la jungla profunda de América del Sur. Simplemente estamos arañando la superficie.
El estudio fue publicado en el Journal of Archaeological Science.
Fuente: ZME Science.