La NASA dijo el martes que había elegido a SpaceX para construir una nave que transportaría la Estación Espacial Internacional (ISS) de regreso a través de la atmósfera de la Tierra y a un lugar de descanso final en el Océano Pacífico después de su retiro en 2030. La compañía de Elon Musk obtuvo un contrato con un valor potencial de 843 millones de dólares para desarrollar y entregar la nave espacial, denominada Vehículo de Desorbitación Estadounidense.
“La selección de un vehículo de salida de órbita estadounidense para la Estación Espacial Internacional ayudará a la NASA y a sus socios internacionales a garantizar una transición segura y responsable a la órbita terrestre baja al final de las operaciones de la estación”, dijo Ken Bowersox de la NASA en un comunicado.
La NASA planea tomar posesión de la nave espacial después de que SpaceX la construya y controlar las operaciones durante toda la misión. Con un peso de 430.000 kilogramos, la ISS es, con diferencia, la estructura más grande jamás construida en el espacio.
Basándose en observaciones pasadas de cómo otras estaciones como Mir y Skylab se desintegraron en el reingreso a la atmósfera, los ingenieros de la NASA esperan que el puesto orbital se rompa en tres etapas. Primero, los enormes paneles solares y los radiadores que mantienen fresco el laboratorio orbital se desprenderán, luego los módulos individuales se desprenderán de la armadura o estructura principal de la estación. Finalmente, la armadura y los propios módulos se romperán.
Gran parte del material se vaporizará, pero se espera que sobrevivan trozos grandes. Por este motivo, la NASA apunta a una zona del Océano Pacífico llamada Punto Nemo, una de las zonas más remotas del mundo y conocida como el cementerio de satélites y naves espaciales.
El primer segmento de la ISS se lanzó en 1998 y ha estado continuamente habitado por una tripulación internacional desde 2001. Estados Unidos, Japón, Canadá y los países participantes de la Agencia Espacial Europea (ESA) se han comprometido a operar el laboratorio de microgravedad a través de 2030, aunque Rusia, el quinto socio, solo se ha comprometido a operar hasta 2028.
El jefe de la NASA, Bill Nelson, dijo al Congreso en abril que, dado el terrible estado de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, sería prudente comenzar a trabajar en un vehículo de desorbitación estadounidense para “bajar toda la estación de manera segura, de modo que no golpee a nadie ni a nada”.
Varias empresas están trabajando en sucesores comerciales de la ISS, entre ellos, en particular, Axiom Space y Blue Origin de Jeff Bezos.
Fuente: Science Alert.