Estudio sobre el plancton investiga cómo las redes tróficas marinas responden a la creciente alcalinidad

Medio ambiente

El océano absorbe de forma natural entre un cuarto y un tercio de las emisiones de CO2 generadas por el hombre, pero este proceso también conduce a la acidificación del agua de mar. Al aumentar la alcalinidad del agua de mar mediante la adición de ciertos minerales (por ejemplo, carbonatos y silicatos), el océano puede retener químicamente más CO2 sin acidificarse más.

Sin embargo, todavía hay poca investigación sobre los efectos ambientales de la mejora de la alcalinidad de los océanos (OAE). Científicos del grupo del Prof. Ulf Riebesell en el Centro de Investigación Oceánica GEOMAR Helmholtz de Kiel, como parte del proyecto europeo oceanNETs, ​​han investigado por primera vez la respuesta del zooplancton y los posibles impactos en la cadena alimentaria en un experimento realizado en Gran Canaria. Los resultados de su estudio se publican hoy en la revista Science Advances.

Experimentos en tubos de ensayo gigantes
El estudio adoptó un enfoque con perturbaciones moderadas en la química del agua de mar: Mejora de la alcalinidad oceánica equilibrada con CO₂. Con este método, el agua alcalinizada ya ha absorbido el CO2 destinado a la eliminación de dióxido de carbono (CDR) antes de ser liberada al medio marino.

Para su experimento, los científicos utilizaron mesocosmos KOSMOS (Kiel Off-Shore Mesocosms for Ocean Simulations), grandes tubos de ensayo que se sumergen directamente en el agua de mar, aislando ocho metros cúbicos de la columna de agua. Se añadieron diferentes concentraciones de carbonato de sodio y bicarbonato para lograr distintas intensidades de OAE equilibradas con CO2, que van desde ningún aumento de la alcalinidad hasta una duplicación de la alcalinidad natural.

Durante un período de 33 días, los investigadores monitorearon los efectos de la alcalinización en el zooplancton, que desempeña un papel clave en la transferencia de energía a través de la red alimentaria hasta los peces. Se estudió una variedad de respuestas en el zooplancton, desde la biomasa y la producción hasta la diversidad y los ácidos grasos.

En general, los investigadores descubrieron que las comunidades de plancton se mantuvieron estables y que el zooplancton toleró en gran medida los cambios químicos moderados asociados con OAE equilibradas con CO2. Durante el experimento, la calidad nutricional de las partículas de las que se alimenta el zooplancton se deterioró potencialmente, pero esto no pareció afectar a los consumidores. Los investigadores sostienen que la limitación de alimentos, resultado de las condiciones oligotróficas en las que se llevó a cabo este experimento, y que caracterizan a las aguas subtropicales, podría haber amortiguado estas posibles respuestas indirectas del zooplancton a las OAE.

“Nuestro estudio demuestra que el aumento de la alcalinidad tiene impactos menores en el zooplancton y que la red alimentaria en su conjunto se mantiene estable”, afirma Nicolás Sánchez, estudiante de doctorado y primer autor del estudio.

Potencial en la protección del clima y necesidad de más investigación
La mejora de la alcalinidad de los océanos podría convertirse en un aliado importante para reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático. Al permitir que el océano absorba más CO2 sin volverse más ácido, este enfoque podría fortalecer el papel del océano como amortiguador contra el calentamiento global.

Podría ayudar a tender un puente hacia la transición hacia un futuro en el que los combustibles fósiles se reemplacen por energías renovables, las emisiones de las industrias que no se pueden descarbonizar se neutralicen y las emisiones históricas de carbono se eliminen y almacenen de forma segura. Sin embargo, se necesita urgentemente una investigación exhaustiva para determinar el impacto de la OAE en todo el entorno marino.

“Nuestro experimento ha demostrado que la OAE equilibrada con CO2 no tiene un impacto duradero en el zooplancton y la cadena alimentaria en el área subtropical pobre en nutrientes que estudiamos”, dice Sánchez, “pero esto no dice nada sobre cómo afectará a otros entornos marinos, ni sobre la seguridad de otras formas de OAE técnicamente más factibles que causan mayores cambios en la química del agua de mar”.

Los científicos recomiendan más investigación sobre el método y en diferentes ecosistemas, ya que no habrá un único enfoque de OAE que pueda aplicarse en todas partes. Sánchez dice: “Nuestro estudio es un primer paso prometedor hacia la definición de un marco responsable para la aplicación de la mejora de la alcalinidad”.

Fuente: Phys.org.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *