¿Qué hacen los renos en Navidad? En realidad, sólo se relajan

Biología

Cada Nochebuena, Papá Noel y sus renos reparten regalos a niños de todo el mundo en una sola noche. Al menos, eso es lo que cuenta la leyenda. Si le preguntas a los biólogos que estudian el Ártico, te contarán una historia muy diferente. En lugar de correr por la nieve, los renos se centran en conservar energía y sobrevivir en uno de los entornos más duros del mundo.

El reno o caribú (Rangifer tarandus) es una especie de ciervo originaria del Ártico y las zonas de tundra del norte de Europa, Siberia y América del Norte. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, emprenden algunas de las migraciones más largas de la Tierra, recorriendo hasta 5.000 kilómetros al año en busca de alimento y condiciones favorables. Sin embargo, no todos los renos son migratorios: algunos son sedentarios.

Independientemente de si son migratorios o no, una vez que comienza el invierno, su actividad se ralentiza significativamente. La nieve, lejos de crear un paraíso invernal, se convierte en un obstáculo amenazador. Abarca sus principales fuentes de alimentación (líquenes, musgos y hongos), lo que hace que cada comida sea una tarea laboriosa.

“Evitan las actividades que consumen mucha energía, especialmente cuando la nieve está cerrada. Así lo demuestran los estudios recopilados en el “Archivo de Movimientos de Animales del Ártico” de la plataforma Movebank del Instituto Max Planck de Biología del Comportamiento en Constanza”, escriben los investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal de Constanza.

Los estudios de comportamiento, como los recopilados en el Archivo de Movimientos de Animales del Ártico (AAMA) del Instituto Max Planck de Biología del Comportamiento, revelan que los renos evitan las actividades que consumen mucha energía cuando las condiciones de la nieve son desfavorables. Esta estrategia es esencial para sobrevivir a la estación fría, cuando la comida escasea y las temperaturas caen en picado.

Una migración muy importante

Créditos de la imagen: Bjørn Christian Tørrissen.

Las migraciones de renos son un evento espectacular. Los adultos experimentados conducen a los animales más jóvenes por rutas bien establecidas, transmitiendo conocimientos críticos de supervivencia y guiando al grupo. Estas migraciones a menudo ocurren en manadas enormes, con individuos que viajan en fila india para navegar por su entorno de manera eficiente.

Las investigaciones de la AAMA muestran que los renos dependen de señales sociales durante la migración, orientándose observando los movimientos de individuos clave dentro de su grupo. Sus pezuñas especializadas están diseñadas para cavar en la nieve y acceder a líquenes, musgos y hongos, mientras que su denso pelaje aislante y la capacidad de desacelerar su metabolismo los ayudan a conservar energía en temperaturas gélidas. Mientras la nieve no cubra todo, pueden completar su migración. Esta migración es importante para todo el ecosistema, no sólo para los propios renos.

A medida que los renos viajan, su pastoreo y pisoteo afectan los patrones de vegetación y los ciclos de nutrientes, dando forma al paisaje del Ártico. Actúan como ingenieros del ecosistema, dejando un paisaje modificado detrás de ellos. Sin embargo, las fluctuaciones climáticas y la interferencia humana están alterando este delicado proceso.

Los renos están en problemas
El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación están modificando el momento de los eventos estacionales, como el parto. En el norte de Canadá, los estudios muestran que las manadas de renos están dando a luz antes en la primavera, probablemente como respuesta a las tendencias de calentamiento. En cambio, los rebaños del sur no han mostrado los mismos cambios, lo que pone de relieve los impactos complejos y localizados del cambio climático.

La destrucción del hábitat a causa de la extracción de recursos, como la perforación petrolera y la construcción de represas, altera las rutas migratorias y las zonas de pastoreo. Por ejemplo, la represa Kárahnjúkar de Islandia ha alterado significativamente los ecosistemas locales, obligando a los renos a adaptarse a un acceso reducido a los pastos. En general, el número de renos ha disminuido a menos de la mitad de su número original en los últimos 20 años, pero el impacto no es uniforme en los diferentes rebaños.

Por eso es tan importante rastrear sus movimientos, y eso es lo que pretende hacer el Archivo de Movimientos de Animales del Ártico. Participan investigadores de más de cien universidades, agencias gubernamentales, grupos conservacionistas y grupos indígenas de 17 países. “Para detectar cambios en el comportamiento y el hábitat de los animales en el Ártico, necesitamos trabajar juntos para obtener información a lo largo de décadas y poblaciones”, dice Sarah Davidson, curadora de datos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal que dirige el archivo de datos global financiado por la NASA.

Ayudar al Ártico
El archivo no solo trata de renos. Ya contiene casi 300 proyectos de investigación con datos de movimiento de más de 15.000 animales marinos y terrestres desde 1991 hasta la actualidad.

“El Archivo de Movimiento de Animales del Ártico es un excelente ejemplo de colaboración ecológica global: en este momento, los investigadores del Instituto Max Planck están trabajando en consorcios globales para observaciones de animales en tierras secas, el sur de África y las Galápagos”, dice Martin Wikelski, director del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal.

Por lo tanto, aunque los renos no están ocupados tirando trineos en el mundo real, sus vidas durante la temporada navideña son un testimonio de resiliencia y adaptabilidad. Su capacidad para navegar grandes migraciones, conservar energía y sobrevivir a condiciones extremas ofrece lecciones de perseverancia. Mientras celebras esta temporada navideña, piensa en los renos que inspiran tantas tradiciones. Más allá de su papel mítico, desempeñan un papel vital en la intrincada red de vida del Ártico. Estas hermosas criaturas son un recordatorio de las maravillas de la naturaleza y la importancia de preservarlas.

Fuente: ZME Science.

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