El Cerro El Cono es una formación piramidal de 400 metros de altura en la selva amazónica. Se eleva abruptamente sobre el paisaje selvático relativamente llano del este de Perú, lo que lo hace visible incluso desde los Andes, a 400 kilómetros de distancia, en un día despejado.
La formación se ubica en una región montañosa en la frontera entre Perú y Brasil, conocida como la Sierra del Divisor. Las montañas son visibles al fondo en la mayoría de las fotografías del Cerro El Cono, pero la formación está aislada de los demás picos y presenta una inusual forma piramidal, que la distingue del resto de la cordillera.
El origen de este extraño pico ha permanecido en el misterio debido a su remota ubicación. Si bien algunas fuentes sugieren que el cono podría ser un volcán extinto, otras afirman que podría ser simplemente una formación rocosa inusual.
Los indígenas tienen otra explicación para esta peculiar montaña: según el periódico peruano La República, el Cerro El Cono es una entidad espiritual para las tribus y grupos locales, algunos de los cuales veneran el pico como un “Apu andino”, un dios o espíritu sagrado de la montaña. En las mitologías de Perú, Bolivia y Ecuador, los Apus emergieron de la Tierra para guiar y proteger a los habitantes de las cercanías. Una cuarta explicación, para la que no hay evidencia, es que el Cerro El Cono se asienta sobre las ruinas de una pirámide construida por antiguas tribus indígenas, según La República.
El Cerro El Cono se encuentra junto al río Ucayali, un importante afluente del río Amazonas. La selva circundante es un foco de biodiversidad y hogar de varias especies vulnerables, como armadillos gigantes (Priodontes maximus), jaguares (Panthera onca) y diversos tipos de monos, según The Guardian. El pico está cubierto de bosques y forma parte de una extensa zona considerada prioritaria para la conservación de la biodiversidad desde la década de 1990.
La preocupación de que este ecosistema pueda degradarse por la infraestructura, la tala ilegal y la minería de oro motivó la creación del Parque Nacional Sierra del Divisor en 2015. Pero estudios recientes indican que el parque protegido, que es 1,5 veces el tamaño del Parque Nacional de Yellowstone, no ha eliminado las amenazas de la deforestación ilegal y la caza furtiva de vida silvestre.
Fuente: Live Science.