¿Con qué frecuencia debes lavar tus sábanas?

Salud y medicina

La mayoría de nosotros pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida en la cama. Dormir no es solo tiempo de inactividad; es esencial para el funcionamiento normal del cerebro y la salud en general. Y aunque a menudo nos centramos en cuántas horas dormimos, la calidad de nuestro entorno de sueño también importa. Una cama limpia y acogedora con sábanas frescas, fundas de almohadas suaves y mantas frescas no solo se siente bien, sino que también favorece un mejor descanso.

Pero ¿con qué frecuencia deberíamos lavar realmente nuestra ropa de cama?

Según una encuesta de YouGov de 2022, solo el 28% de los británicos lava sus sábanas una vez a la semana. Un número sorprendente admitió dejar pasar mucho más tiempo, incluso hasta ocho semanas o más entre lavados.

Entonces, ¿cuál es la orientación respaldada por la ciencia?

Analicemos qué sucede realmente en tu cama cada noche y por qué el lavado regular es más que una mera cuestión de limpieza. Cada noche, mientras dormimos, perdemos cientos de miles de células cutáneas , excretamos aceites de nuestras glándulas sebáceas y sudamos hasta medio litro de líquido, incluso si nos duchamos justo antes de acostarnos. Nuestra piel alberga millones de bacterias y hongos, muchos de los cuales se transfieren a sábanas, almohadas y edredones al movernos durante la noche.

¿Cuándo fue la última vez que aspiraste tu colchón? LightFieldStudios/Getty Images.

Ese sudor fresco puede ser inodoro, pero las bacterias de nuestra piel, en particular los estafilococos, lo descomponen en subproductos malolientes. Esta suele ser la razón por la que te despiertas con mal olor corporal, incluso si te acostaste limpio.

Pero no se trata solo de microbios. Durante el día, nuestro cabello y cuerpo acumulan contaminantes, polvo, polen y alérgenos, que también pueden transferirse a nuestra ropa de cama. Estos pueden provocar alergias, afectar la respiración y contribuir a una mala calidad del aire en el dormitorio.

Ácaros del polvo, hongos y otros compañeros de cama invisibles

Las escamas de piel que mudamos cada noche se convierten en alimento para los ácaros del polvo, criaturas microscópicas que proliferan en la ropa de cama y los colchones cálidos y húmedos. Los ácaros en sí no son peligrosos, pero sus heces son potentes alérgenos que pueden agravar el eccema, el asma y la rinitis alérgica.

Los hongos también encuentran atractiva la cama. Se han detectado algunas especies, como el Aspergillus fumigatus, en almohadas usadas y pueden causar infecciones pulmonares graves, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Si duermes con mascotas, la actividad microbiana se intensifica aún más. Los animales introducen más pelo, caspa, suciedad y, a veces, restos fecales en tus sábanas y mantas, lo que aumenta la frecuencia con la que debes lavarlas.

Entonces, ¿con qué frecuencia debes lavar tu ropa de cama?

Las heces de los ácaros del polvo (Dermatophagoides pteronyssinus) pueden provocar alergias. David Spears FRPS FRMS/Cobris Ducumetary/Getty Images.

Sábanas y fundas de almohada

  • Cuándo: Semanalmente o cada tres o cuatro días si has estado enfermo, sudas mucho o compartes la cama con mascotas.
  • Por qué: Para eliminar el sudor, los aceites, los microbios, los alérgenos y las células muertas de la piel.
  • Cómo: Lavar a 60 °C o más con detergente para eliminar bacterias y ácaros del polvo. Para una desinfección más profunda, secar en secadora o planchar. Para combatir los ácaros del polvo en el interior de las almohadas, congelar durante al menos 8 horas .

Colchones

  • Cuándo: Aspira al menos una vez por semana y ventila el colchón cada pocos días.
  • Por qué: El sudor aumenta los niveles de humedad, creando un caldo de cultivo para los ácaros.
  • Consejos: Utiliza un protector de colchón de plástico o a prueba de alérgenos y reemplaza el colchón cada siete años para mantener la higiene y el soporte.

Interiores de almohadas

Mantas y fundas nórdicas

  • Cuándo: Cada dos semanas, o con mayor frecuencia si las mascotas duermen sobre ellos.
  • Por qué: Atrapan células de la piel, sudor y alérgenos.
  • Cómo: Lavar a 60°C o la temperatura máxima que indique la etiqueta. Algunas recomendaciones incluyen tratarlas como toallas: lavarlas regularmente con agua caliente las mantiene higiénicas.

Edredones

  • Cuándo: Cada tres o cuatro meses, dependiendo del uso y si las mascotas o los niños comparten la cama.
  • Por qué: Incluso con una cubierta, los aceites corporales y los ácaros eventualmente se filtran en el relleno.
  • Cómo: Revisa la etiqueta: muchos edredones son lavables a máquina, otros pueden requerir una limpieza profesional.

Tu cama puede parecer limpia, pero está repleta de microbios, alérgenos, ácaros e irritantes que se acumulan rápidamente. Lavar la ropa de cama no solo se trata de mantenerla fresca. Es una cuestión de salud.

El lavado regular elimina la mezcla biológica de sudor, piel, polvo y microbios, lo que ayuda a reducir las reacciones alérgicas, prevenir infecciones y controlar los malos olores. Y como las investigaciones siguen demostrando el profundo efecto del sueño en todo, desde la salud cardíaca hasta la claridad mental, un entorno de sueño higiénico es una pequeña pero poderosa inversión en tu bienestar.

Así que adelante, deshazte de la ropa de cama. Lava las sábanas. Congela las almohadas. Tus microbios (y tus senos paranasales) te lo agradecerán.

Dulces sueños y feliz lavado.

Fuente: The Conversation.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *