La fama en sí misma puede influir en que los cantantes tengan una vida más corta, sugiere investigación

Salud y medicina

La fama en sí misma puede ser un factor crítico en el acortamiento de las vidas de los cantantes más allá de los riesgos del trabajo, al menos en el Reino Unido, Europa y América del Norte, sugiere una investigación publicada en línea en el Journal of Epidemiology & Community Health. Estas estrellas parecen morir alrededor de cuatro años antes, en promedio, que sus pares que no han alcanzado el estatus de celebridad, y los efectos de la fama están a la par de ciertos otros riesgos para la salud, sugieren los investigadores.

Investigaciones publicadas previamente indican que los cantantes famosos tienden a morir antes que el público en general. Sin embargo, no está claro si la fama en sí, las exigencias de la industria musical o el estilo de vida asociado a la música contribuyen a este mayor riesgo, explican los investigadores.

Diseño del estudio

Para arrojar más luz sobre este enigma, compararon retrospectivamente el riesgo de muerte de 648 cantantes, la mitad de los cuales había alcanzado el estatus de celebridad y la otra mitad no. Cada una de las 324 estrellas fue emparejada por año de nacimiento, género, nacionalidad, etnia, género musical y estado de solista o cantante principal en una banda con sus pares menos conocidos.

La mayoría (83,5%) eran hombres, y el año de nacimiento promedio fue 1949, aunque el rango oscilaba entre 1910 y 1975. Más de la mitad (61%) de los cantantes eran de Norteamérica, y el resto de Europa y el Reino Unido. La mayoría eran blancos (77%), con solo el 19% de afrodescendientes y el 4% de otras etnias o de etnias mixtas.

La mayoría de los cantantes pertenecían al género rock (65%), seguido del R&B (14%), el pop (9%), el new wave (6%), el rap (4%) y la electrónica (2%). Más de la mitad (59%) de los cantantes formaban parte de una banda; el 29% eran solistas; y el 12% actuaba tanto en solitario como en grupo.

La muestra de cantantes famosos se extrajo de los 2000 mejores artistas de todos los tiempos en acclaimedmusic.net, una base de datos que agrega clasificaciones globales basadas en listas publicadas por críticos musicales, periodistas y profesionales de la industria, pero no en encuestas de audiencia o datos de ventas. Sólo se incluyeron los artistas activos después de 1950 y antes de 1990 para recopilar suficiente información de seguimiento sobre el riesgo de muerte para fines de diciembre de 2023.

Principales hallazgos e implicaciones

El análisis de los datos mostró que, en promedio, los cantantes famosos sobrevivían hasta los 75 años; los cantantes menos famosos sobrevivían hasta los 79. Aunque ser miembro de una banda se asoció con un riesgo de muerte 26% menor en comparación con ser solista, la inclusión de esta variable no influyó en el efecto general de la fama, ya que los cantantes famosos todavía tenían un 33% más de probabilidades de morir antes que sus contrapartes menos conocidas.

Sólo dos (0,6%) de las estrellas alcanzaron la fama póstumamente, y el mayor riesgo de muerte comenzó sólo una vez alcanzada la fama y permaneció significativamente asociado durante todo el período de fama. Esto sugiere que el mayor riesgo de muerte no es atribuible a diferencias iniciales ni a una causalidad inversa, donde la muerte temprana contribuye a la fama, sino que este riesgo surge específicamente después de alcanzar la fama, dicen los investigadores.

“En conjunto, los análisis indican que surge un riesgo elevado específicamente después de alcanzar la fama, lo que la destaca como un posible punto de inflexión temporal para los riesgos para la salud, incluida la mortalidad. Más allá de las explicaciones ocupacionales, nuestros hallazgos sugieren que la fama añade mayor vulnerabilidad dentro de un grupo ya de por sí en riesgo”, explican.

El mayor riesgo asociado con la fama es comparable a otros riesgos conocidos para la salud, como fumar ocasionalmente, que conlleva un mayor riesgo de muerte del 34%, añaden.

Limitaciones y posibles explicaciones

Este es un estudio observacional y, por lo tanto, no se pueden extraer conclusiones firmes sobre causa y efecto. Los investigadores reconocen que la muestra de su estudio no fue global y se limitó a cantantes, lo que significa que sus observaciones podrían no ser aplicables a otras regiones del mundo ni a otros ámbitos de la fama, como la actuación o el deporte.

Pero una posible explicación de los hallazgos puede estar en “el estrés psicosocial único que acompaña a la fama, como el intenso escrutinio público, la presión del desempeño y la pérdida de privacidad”, sugieren.

“Estos factores estresantes pueden alimentar la angustia psicológica y conductas de afrontamiento perjudiciales, convirtiendo la fama en una carga crónica que amplifica el riesgo ocupacional existente”, añaden.

La fama trae consigo una importante seguridad financiera, un factor que frecuentemente se asocia con el envejecimiento saludable, mientras que la riqueza suele estar asociada con un menor riesgo de muerte prematura, señalan.

Pero concluyen: “Ser famoso parece tan perjudicial que anula cualquier beneficio potencial asociado con un alto estatus socioeconómico. Una vez más, esto resalta la mayor vulnerabilidad de las personas famosas, lo que sugiere la necesidad de protección y apoyo específicos para esta población”.

Fuente: Medical Xpress.

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