Espray nasal experimental podría cambiar la forma en la que tratamos el cáncer cerebral

Salud y medicina

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y de la Universidad Northwestern podrían haber descubierto una forma de combatir uno de los cánceres cerebrales más mortales sin necesidad de usar un bisturí. En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, el equipo describe una nanoterapia no invasiva administrada mediante gotas nasales. El tratamiento utiliza ácidos nucleicos esféricos especialmente diseñados para reprogramar el entorno inmunológico dentro de los tumores de glioblastoma, desencadenando inmunidad a largo plazo en ratones.

Exponiendo el “tumor frío”

El glioblastoma es el cáncer cerebral más común y mortal, y causa la muerte de aproximadamente tres de cada 100.000 personas al año. Crece rápidamente, resiste al tratamiento y suele reaparecer después de recibirlo. Los científicos lo han denominado “tumor frío”, ya que se esconde del sistema inmunitario.

Para eliminar ese camuflaje, los investigadores recurrieron a un sistema de alarma celular conocido como cGAS-STING. Normalmente, este sistema detecta ADN extraño y desencadena la inflamación. Si bien, en teoría, los fármacos pueden activar esta alarma para “calentar” los tumores, las opciones actuales se descomponen con demasiada rapidez y requieren inyecciones directas y arriesgadas en el cerebro.

“Queríamos cambiar esta realidad y desarrollar un tratamiento no invasivo que active la respuesta inmune para atacar el glioblastoma”, dijo Stegh, quien dirigió el trabajo en el Centro de Cáncer Siteman de la Universidad de Washington.

Su grupo colaboró ​​con el químico Chad Mirkin, de la Universidad Northwestern, cuyo laboratorio inventó los ácidos nucleicos esféricos: diminutas partículas de oro envueltas en hebras de ADN o ARN. Juntos, crearon una nueva versión, ISD45-SNA, que activa el cGAS para activar el sistema de alarma inmunitario.

Cuando el equipo inyectó estas nanoestructuras en la nariz de ratones con tumores, las partículas recorrieron el nervio trigémino, la principal vía entre la cavidad nasal y el cerebro. Posteriormente, se acumularon dentro de los tumores. Allí, activaron los macrófagos, las células inmunitarias que suelen proteger el glioblastoma, para combatir los tumores. Fundamentalmente, el tratamiento se limitó al cerebro, evitando que otros órganos sufrieran una inflamación innecesaria.

Una dosis, protección duradera

Los resultados fueron espectaculares. Los ratones tratados con la terapia nasal vivieron significativamente más que el grupo de control. Cuando el equipo combinó las gotas con inhibidores de puntos de control (fármacos que activan el sistema inmunitario para atacar), el tratamiento eliminó los tumores tras tan solo una o dos dosis.

“En nuestro trabajo actual, demostramos que los nuevos SNA no solo reducen el tamaño de los tumores, sino que también ‘calientan’ un entorno tumoral que, de otro modo, estaría frío e inmunodeprimido”, declaró Stegh a Newsweek. “Eso hace que los inhibidores de puntos de control funcionen mucho mejor”.

Incluso meses después, los ratones curados rechazaron nuevos tumores, lo que sugiere que el tratamiento estableció inmunidad a largo plazo. Este es quizás el mayor logro.

“Esta es la primera vez que se demuestra que podemos aumentar la activación de las células inmunes en los tumores de glioblastoma cuando administramos terapias a nanoescala desde la nariz hasta el cerebro”, dijo Akanksha Mahajan, primer autor del estudio.

Las imágenes del estudio confirman la ruta: las nanogotas siguieron las vías neuronales directamente hasta el tumor, activando las células inmunitarias en el camino. Dentro del cáncer, los macrófagos se volvieron proinflamatorios, las células T invadieron el tejido y las células inmunitarias supresoras se retiraron. En ratones hembra, las tasas de supervivencia casi se triplicaron.

Sin embargo, Stegh advirtió que la activación de la vía STING por sí sola aún no es una solución milagrosa para los humanos. El glioblastoma es complejo; utiliza múltiples mecanismos para bloquear la misma respuesta inmunitaria que STING intenta activar. El equipo está desarrollando nanoestructuras que pueden activar múltiples vías inmunitarias simultáneamente.

Esperanza, no exageración

Aunque prometedor, el espray nasal aún no está listo para su farmacia local. Administrar medicamentos con precisión al cerebro humano a través de la cavidad nasal requiere dispositivos avanzados y sistemas de dosificación que aún no existen.

“El producto final probablemente se vería y se sentiría muy similar a un aerosol nasal convencional”, señaló Stegh, “pero la fórmula y el dispositivo tendrían que optimizarse para lograr estabilidad, precisión en la dosificación y una administración nasal profunda”.

Aun así, las implicaciones van más allá del cáncer cerebral. Este mismo enfoque podría ayudar al sistema inmunitario a detectar otros tumores “fríos”, como el cáncer de páncreas o de ovario.

“Este es un enfoque que ofrece esperanza para tratamientos más seguros y efectivos para el glioblastoma y potencialmente otros cánceres resistentes al tratamiento inmunológico”, dijo Stegh.

Fuente: ZME Science.

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