Por: Eleftheria Kodosaki
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad devastadora que actualmente es imparable e incurable. La principal causa de la enfermedad es la pérdida de neuronas y otras células cerebrales, lo que también se conoce como degeneración. Esta degeneración es lo que conduce a problemas con la memoria y otras funciones cognitivas.
Los investigadores pueden determinar qué neuronas mueren primero o exhiben una mayor vulnerabilidad a la enfermedad de Alzheimer en función de su ubicación en el cerebro y su apariencia. Pero no saben qué genes o proteínas expresan estas neuronas. Conocer estos factores es importante para reconocer e identificar los cambios en células específicas que ocurren cuando hay una enfermedad.
Ahora, un estudio reciente ha demostrado que las neuronas que expresan una proteína específica son más vulnerables a la degeneración. Comprender qué neuronas son más vulnerables, y por qué, podría permitir a los investigadores desarrollar objetivos para posibles tratamientos en el futuro.
Para llevar a cabo su estudio, los científicos realizaron un análisis cerebral post mortem en personas que tenían la enfermedad de Alzheimer. Para ver cuánto había progresado la enfermedad, comenzaron por buscar acumulaciones de la proteína tau en diferentes partes del cerebro.
En las personas con enfermedad de Alzheimer, las proteínas tau se agregan en las células, lo que generalmente hace que las células mueran. Tau se acumula de manera diferente en diferentes áreas del cerebro, por lo que algunas áreas presentan un mayor grado de degeneración.
Después de identificar la progresión de la enfermedad, los investigadores centraron su atención en dos regiones cerebrales específicas: la corteza entorrinal y la circunvolución frontal superior. La corteza entorrinal está involucrada en la memoria, mientras que la circunvolución frontal superior desempeña un papel en las funciones asociadas con la autoconciencia.
Las Tau se acumulan en la corteza entorrinal en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, pero no se acumulan hasta más adelante en la circunvolución frontal superior. Al observar dos áreas con diferente pérdida de células en diferentes etapas de la enfermedad, los científicos podrían buscar diferencias en los mismos tipos de células.
Esto también podría permitirles descubrir qué los hace vulnerables y cuándo se vuelven vulnerables. Los investigadores observaron los diferentes tipos de neuronas y células en la corteza entorrinal y examinaron cuánta tau habían acumulado, así como qué proteínas expresaban estas células.
Los investigadores encontraron que un tipo específico de neurona, llamadas neuronas excitadoras (que generan señales de “acción” en el cerebro), eran las células más vulnerables examinadas. Descubrieron que estas neuronas exhibían una disminución de casi el 50 por ciento en su número durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzeimer. Los investigadores también encontraron que, a nivel molecular, estas neuronas excitadoras contenían niveles más altos de una proteína específica llamada RORB (receptor alfa huérfano relacionado con retinoides). Como esta proteína no se detectó en otras células, esto muestra que los genes y las proteínas que expresa una célula pueden determinar su vulnerabilidad.
La proteína RORB está involucrada en el desarrollo de diferentes tipos de neuronas y también es un factor de transcripción, lo que significa que puede controlar la expresión de otras proteínas en las células. Esto significa que RORB puede activar o desactivar ciertas vías que pueden conducir a enfermedades.
Luego, los investigadores compararon estas neuronas excitadoras vulnerables a RORB con otras neuronas excitadoras. Encontraron diferencias en sus genes, específicamente aquellos involucrados en cómo se forman las sinapsis (que envían y reciben señales en el cerebro), así como en las moléculas de señalización (que ayudan a enviar mensajes al cerebro).
Para confirmar que estas neuronas excitadoras que expresan RORB son de hecho más vulnerables a la enfermedad de Alzheimer, el equipo examinó estas neuronas en la circunvolución frontal superior. También compararon sus hallazgos con otros estudios.
Descubrieron que también en la circunvolución frontal superior, las neuronas excitadoras eran igualmente vulnerables si contenían niveles altos de RORB. Este hallazgo muestra que incluso en diferentes etapas de la enfermedad y áreas del cerebro, las neuronas que mostraron la mayor vulnerabilidad tenían niveles altos de RORB.
Los investigadores también observaron otros tipos de neuronas y células para ver si tenían algún cambio. Descubrieron que solo los astrocitos, que desempeñan un papel importante en el cerebro, incluida la regulación de la actividad neuronal y la protección del cerebro de enfermedades e infecciones, mostraron cambios durante la progresión de la enfermedad.
Los investigadores encontraron que los astrocitos parecían estar más activados, lo que generalmente solo ocurre cuando hay una enfermedad o infección presente en el cerebro. Como este estudio solo se centró en muestras de cerebro tomadas de hombres con un gen específico relacionado con la enfermedad de Alzheimer, es difícil saber si estos hallazgos también serán similares en mujeres o en personas con diferentes antecedentes genéticos.
Sin embargo, este estudio proporciona una mejor comprensión de las células que son más vulnerables en la enfermedad de Alzheimer. Este puede ser un trampolín para comprender mejor por qué existe tal vulnerabilidad. Los estudios futuros que se centren en RORB en las neuronas y sus funciones podrían producir resultados emocionantes y, con suerte, terapias emocionantes.
Esta artículo es una traducción de otro publicado en The Conversation. Puedes leer el texto original haciendo clic aquí.