Los científicos han identificado un fenómeno que ellos llaman “sueño interactivo”, en el que las personas mientras duermen profundamente y tienen sueños lúcidos son capaces de seguir instrucciones, responder preguntas de sí o no, o incluso, resolver problemas matemáticos.
Así como añade más a nuestro entendimiento sobre lo que pasa en nuestro cerebro cuando estamos soñando, el nuevo estudio podría llegar a enseñarnos cómo entrenar nuestros sueños, esto con el fin de resolver problemas como la salud mental.
Hay un montón de cosas sobre la psicología del sueño que siguen siendo un misterio, incluyendo la fase REM, en la que normalmente se dan los sueños. Si somos capaces de registrar los sueños de las personas en tiempo real, en vez de confiar en sus recuerdos, esto podría sernos de gran ayuda.
“Descubrimos que las personas en el sueño REM pueden interactuar con un experimentador y participar en una comunicación en tiempo real”, dice el psicólogo Ken Paller de la Universidad Northwestern. “También demostramos que los soñadores son capaces de comprender preguntas, participar en operaciones de memoria de trabajo y producir respuestas”.
“La mayoría de la gente podría predecir que esto no sería posible, que la gente se despertaría cuando se le hiciera una pregunta o no respondería, y ciertamente no comprendería una pregunta sin interpretarla mal”.
Los investigadores trabajaron con 36 individuos en experimentos realizados en cuatro laboratorios distintos. Un voluntario tenía narcolepsia y tenía sueños lúcidos de manera frecuente, mientras otros tenían diferentes experiencias con el mismo tipo de sueño.
Durante las etapas más profundas del sueño, monitoreadas por instrumentos de electroencefalograma (EEG), los científicos interactuaron con los participantes del estudio a través de audio hablado, luces intermitentes y toque físico: se les pidió a los durmientes que respondieran preguntas matemáticas simples, que contaran destellos de luz o toques físicos. y para responder a preguntas básicas de sí o no (como “¿puedes hablar español?”).
Las respuestas se dieron a través de movimientos oculares o movimientos de los músculos faciales acordados de antemano. En 57 sesiones de sueño, se observó al menos una respuesta correcta a una pregunta en el 47% de las sesiones en las que el participante confirmó los sueños lúcidos.
La confirmación de los estados de sueño lúcido se hizo a ciegas, y varios testigos debían acordar las respuestas de los durmientes.
“Reunimos los resultados porque sentimos que la combinación de los resultados de cuatro laboratorios diferentes que utilizan enfoques diferentes da fe de manera más convincente a la realidad de este fenómeno de comunicación bidireccional”, dice la neurocientífica Karen Konkoly de la Universidad Northwestern.
“De esta manera, vemos que se pueden utilizar diferentes medios para comunicarse”.
Las personas involucradas en el estudio generalmente se despertaban después de una respuesta exitosa para que informaran sobre sus sueños. En algunos casos, las entradas externas se recordaban como externas o superpuestas al sueño; en otros, llegaron a través de algo dentro del sueño (como una radio).
En el estudio publicado, los investigadores comparan tratar de comunicarse con soñadores lúcidos con intentar ponerse en contacto con un astronauta en el espacio, y es la inmediatez de las respuestas lo que hace que este nuevo enfoque sea tan emocionante.
La investigación podría ser útil en el estudio futuro de los sueños, la memoria y la importancia del sueño para arreglar los recuerdos. También podría resultar útil en el tratamiento de los trastornos del sueño y, más adelante, incluso podría darnos una forma de entrenar lo que vemos en nuestros sueños.
“Estas observaciones repetidas de sueños interactivos, documentadas por cuatro grupos de laboratorio independientes, demuestran que las características fenomenológicas y cognitivas de los sueños se pueden interrogar en tiempo real”, escriben los investigadores en su artículo.
“Este canal de comunicación relativamente inexplorado puede permitir una variedad de aplicaciones prácticas y una nueva estrategia para la exploración empírica de los sueños”.
Fuente: Current Biology a través de Science Alert.
