Una asombrosa imagen del Telescopio Espacial Hubble muestra un “anillo de Einstein” que aumenta la luz desde las lejanas profundidades del universo. En la imagen, dos galaxias, a unos 3.400 millones de años luz de la Tierra, deforman y desvían la luz de una galaxia aún más distante detrás de ellas.
El patrón resultante, predicho por Albert Einstein en 1915, muestra seis puntos de luz: dos agrupados en el centro y cuatro enroscados alrededor de un anillo de luz distorsionada. Sin embargo, esos puntos brillantes no provienen de seis galaxias, sino de tres: dos en el centro del anillo y el tercero, un cuásar distante cuya luz se ha doblado tanto que parece ser cuatro. Los cuásares son galaxias con agujeros negros supermasivos en sus núcleos que devoran enormes cantidades de materia y emiten tanta radiación que son un billón de veces más luminosas que las estrellas más brillantes.
“La luz del cuásar se ha inclinado alrededor del par de galaxias debido a su enorme masa, dando la increíble apariencia de que el par de galaxias está rodeado por cuatro cuásares, mientras que en realidad, un solo cuásar se encuentra mucho más allá de ellos”, dijo la Agencia Espacial Europea ( ESA) escribieron en un comunicado.
La teoría de la relatividad general de Einstein describe la forma en que los objetos masivos deforman el tejido del universo, llamado espacio-tiempo. La gravedad, descubrió Einstein, no es producida por una fuerza invisible, sino simplemente nuestra experiencia de la curvatura y distorsión del espacio-tiempo en presencia de materia y energía.
Este espacio curvo, a su vez, establece las reglas sobre cómo se mueven la energía y la materia. A pesar de que la luz viaja en línea recta, la luz que viaja a través de una región muy curva del espacio-tiempo, como el espacio alrededor de las dos galaxias enormes, también viaja en una curva, doblándose alrededor de las galaxias y extendiéndose en un halo.
Los astrónomos han identificado cientos de estos llamados anillos de Einstein, y no solo son buscados por las bonitas imágenes que hacen. A medida que los anillos trabajan para magnificar la luz que curvan, la reconstrucción de las manchas de luz en sus formas originales, previamente dobladas, puede mejorar los detalles que los astrónomos pueden detectar en galaxias muy distantes. Además, debido a que la medida en que la luz se dobla depende de la fuerza del campo gravitacional del objeto que la dobla, los anillos de Einstein pueden actuar como una escala cósmica para medir las masas de las galaxias y los agujeros negros. Estos anillos pueden incluso ayudar a los científicos a vislumbrar, al buscar la luz distante que se deforma a su alrededor, objetos que de otro modo serían demasiado oscuros para ser vistos por sí mismos, como agujeros negros o exoplanetas errantes.
Fuente: Live Science.