El 11 de marzo de 2022, alrededor de las 21:20 UTC, un pequeño asteroide entró en la atmósfera terrestre. Esto no es inusual. Las rocas espaciales entran en la atmósfera de la Tierra todo el tiempo. Lo que hace que este asteroide sea tan asombroso es que un astrónomo lo detectó antes de que se encontrara con la entrada a la atmósfera. Se llama 2022 EB5 y es solo el quinto asteroide que logramos detectar antes del impacto.
El objeto, que se cree que mide alrededor de dos metros de ancho, fue descubierto por el astrónomo Krisztián Sárneczky de la estación Piszkéstető del Observatorio Konkoly en Hungría, a las 7:24 p. m. UTC. Entró en la atmósfera terrestre dos horas más tarde, a las 21:22 UTC, sobre el océano Ártico, justo al suroeste de la isla noruega de Jan Mayen, a una velocidad de entrada de unos 18 kilómetros por segundo.
No mucho después de eso, los instrumentos de infrasonido en Groenlandia y Noruega detectaron una explosión, probablemente debido a que el objeto se hizo añicos en el cielo antes de caer al océano. Según esas detecciones, la explosión tuvo un rendimiento de unas 2.000 toneladas de TNT.
Los cuatro asteroides anteriores detectados antes del impacto fueron 2008 TC3, que tenía alrededor de 4 metros de ancho y explotó con la energía de hasta 2100 toneladas de TNT; 2014 AA, a 3 metros y hasta 1.000 toneladas de TNT; 2018 LA, a 3 metros y 400 toneladas de TNT; y 2019 MO a 6 metros y 6.000 toneladas de TNT.
La mayoría de los objetos de este tipo explotarán cuando caigan a través de la atmósfera de la Tierra, convirtiéndose en lo que llamamos un bólido. Los científicos creen que esto ocurre cuando el aire ingresa al cuerpo del objeto a través de pequeñas fracturas en el meteorito, lo que provoca una acumulación de presión a medida que vuela a través de la atmósfera a gran velocidad.
Los fragmentos del asteroide pueden caer a la Tierra, pero lo que quede de 2022 EB5 después de quemarse probablemente cayó al océano. Esto también es normal: la mayor parte de la superficie de la Tierra está cubierta por agua, por lo que es lógico que la mayoría de las rocas espaciales terminen allí.
Sin embargo, el descubrimiento de 2022 EB5 es asombroso por otra razón. El creciente número de asteroides detectados antes del impacto, así como su tamaño decreciente, es un buen augurio para nuestras capacidades de detección de asteroides peligrosos. 2022 EB5 nunca fue lo suficientemente grande como para ser considerado peligroso, pero si podemos detectar objetos pequeños y no peligrosos, eso sugiere que nuestras capacidades de detección están mejorando.
Las personas en Noruega o el norte de Islandia pueden haber visto un breve destello iluminar sus cielos durante unos segundos mientras el bólido en llamas cruzaba el cielo. Si fuiste uno de ellos, puedes reportar tu avistamiento a la Organización Internacional de Meteoros aquí.
Fuente: Science Alert.
