Un instrumento creado por la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA) ha identificado más de 50 lugares en la Tierra que están liberando grandes cantidades de metano. Si bien algunos de los puntos críticos se conocían anteriormente, otros se han descubierto recientemente, incluidos grandes vertederos e instalaciones de petróleo y gas. La herramienta también ayuda a los investigadores a evaluar la escala de las emisiones.
El metano es un potente gas de efecto invernadero, unas 80 veces más potente que el CO2. Pero también es mucho más efímero, lo que significa que si abordamos la contaminación por metano, veremos mejoras relativamente rápido.
Los científicos de la NASA crearon el dispositivo, llamado espectrómetro de imágenes, para estudiar cómo el polvo en el aire afecta el clima. Pero el instrumento, instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS) en julio, también ha sido capaz de detectar la presencia de metano. Girando alrededor de la Tierra cada 90 minutos desde su posición a bordo de la ISS a unos 420 kilómetros de altura, EMIT puede escanear vastas extensiones del planeta de decenas de millas de ancho mientras se fija en áreas tan pequeñas como un campo de fútbol.
“Este nuevo y emocionante desarrollo no solo ayudará a los investigadores a identificar mejor de dónde provienen las fugas de metano, sino que también brindará información sobre cómo pueden abordarse rápidamente”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado. EMIT está demostrando ser una herramienta crítica en nuestra caja de herramientas para medir este potente gas de efecto invernadero”.
Puntos críticos de metano
Si bien el dióxido de carbono (CO2) es el principal culpable de la actual crisis climática, el metano también representa una fracción importante de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre. Si bien el dióxido de carbono es abundante y de larga duración, el efecto del metano es más fuerte pero más corto, por lo que cuanto antes podamos dejar de emitir metano, mejor.
El metano es un componente natural de la atmósfera, pero la actividad humana ha agregado cantidades masivas a la atmósfera. Los sistemas de petróleo y gas, los vertederos y la agricultura animal son las principales fuentes de metano y, en general, se estima que el gas es responsable de aproximadamente el 30% del aumento global de las temperaturas hasta la fecha.
Identificar las fuentes puntuales de metano más grandes es una buena manera de comenzar a lidiar con estas emisiones crecientes. Con la información sobre las ubicaciones de los grandes emisores, podemos tomar medidas más rápidas y evitar que estos emisores continúen arrojando metano a la atmósfera, dijo la NASA.
Hasta ahora, la NASA ha encontrado importantes puntos de acceso en los Estados Unidos, Medio Oriente y Asia Central. Por ejemplo, la NASA detectó una columna de unos 3,3 kilómetros de largo al sureste de Carlsbad, Nuevo México, en la cuenca del Pérmico. Este es uno de los yacimientos petrolíferos más grandes del mundo y cubre partes de Nuevo México y Texas. En Turkmenistán, EMIT identificó un conjunto de columnas de la infraestructura de petróleo y gas al este de la ciudad portuaria de Hazar, en el Mar Caspio.
Muchos puntos críticos están vinculados a la industria del petróleo y el gas, pero no todos. Los investigadores también descubrieron una columna de metano al sur de Teherán, Irán, de unos 4,8 kilómetros de largo, proveniente de un complejo de procesamiento de desechos. Estiman tasas de flujo de 18.300 kilogramos por hora en el sitio de Permian y 50.400 kilogramos por hora en total para las 12 fuentes de metano de Turkmenistán. Las emisiones descubiertas por la NASA superan con creces lo esperado y estimado en investigaciones anteriores.
“Algunas de las columnas detectadas por EMIT se encuentran entre las más grandes jamás vistas, a diferencia de todo lo que se haya observado desde el espacio”, dijo en un comunicado Andrew Thorpe, tecnólogo de investigación en JPL que lidera el esfuerzo de metano de EMIT. “Lo que hemos encontrado en poco tiempo ya supera nuestras expectativas”.
Si realmente queremos abordar la crisis climática, necesitamos un cambio sistémico en todos los niveles de la sociedad, desde cómo cultivamos y consumimos alimentos hasta cómo calentamos los hogares y nos movemos. Pero no hay ninguna razón por la que no debamos centrarnos en la fruta madura, y esto es exactamente lo que son estas columnas de metano: fuentes puntuales individuales de emisiones de gases de efecto invernadero que pueden abordarse con relativa facilidad.
Fuente: ZME Science.