El telescopio solar más potente revela espectaculares acercamientos a nuestra estrella madre

Astronomía

El Telescopio Solar Daniel K. Inouye de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) ha presentado una visión cautivadora de nuestra estrella más cercana, el sol. La publicación de ocho fascinantes imágenes del telescopio solar Daniel K. Inouye de la National Science Foundation (NSF) muestra las extraordinarias capacidades de este innovador telescopio solar terrestre.

Aunque impresionantes, estas asombrosas imágenes son más que simples atractivos para la vista. Los científicos pueden usar estas observaciones para profundizar nuestra comprensión del campo magnético del sol y las fuerzas que impulsan las tormentas solares.

Revelando la superficie del Sol
Las imágenes recién publicadas del Telescopio Solar Inouye brindan una visión impresionante de la fotosfera del Sol, la superficie visible del sol cubierta de regiones oscuras y frías salpicadas de manchas solares. Estas manchas solares son a menudo tan grandes como la Tierra, ya veces incluso más grandes, y se caracterizan por fuertes campos magnéticos. Pero su significado se extiende más allá del mero espectáculo. Las manchas solares complejas, o grupos de ellas, pueden generar eventos explosivos como erupciones y eyecciones de masa coronal, generando tormentas solares que impactan en la capa atmosférica más externa del sol, conocida como heliosfera.

Una mirada más cercana revela la presencia de fragmentos de umbral cercanos, esencialmente, una mancha solar que ha perdido su penumbra. Crédito: Jaime de la Cruz Rodríguez (Universidad de Estocolmo).

Estos estallidos tempestuosos, que están hechos de gas muy caliente con carga eléctrica que viaja a velocidades de más de decenas de miles de millas por hora, tienen el potencial de llegar a la atmósfera de la Tierra, donde causan estragos en la infraestructura vital. Estas perturbaciones cósmicas pueden interferir con las comunicaciones satelitales, interrumpir las redes eléctricas y presentar riesgos potenciales para los astronautas en el espacio.

Se ve un puente de luz cruzando la umbra de una mancha solar de un extremo a otro de la penumbra. Crédito: NSF/AURA/NSO Procesamiento de imágenes: Friedrich Wöger (NSO), Catherine Fischer (NSO) Crédito científico: Tetsu Anan (NSO).
Dentro del área central oscura de la umbra de la mancha solar, se ven puntos brillantes a pequeña escala, conocidos como puntos umbral. Las estructuras alargadas que rodean la umbra son visibles como filamentos de cabeza brillante conocidos como filamentos penumbrales. Crédito: NSF/AURA/NSO Procesamiento de imágenes: Friedrich Wöger (NSO), Catherine Fischer (NSO) Crédito científico: Rolf Schlichenmaier en Leibniz-Institut für Sonnenphysik (KIS).

Dentro de estas manchas solares, el poderoso Telescopio Solar Daniel K. Inouye pudo distinguir puentes de luz, una intrincada red de energía que se extiende desde un extremo del centro oscuro (umbra) de una mancha solar hasta el otro. Estos puentes significan el comienzo de una mancha solar en descomposición, que eventualmente se fragmentará.

Además de las manchas solares, las imágenes capturan las células de convección en la fotosfera del Sol, mostrando un patrón vibrante de ascenso de plasma caliente y descenso de plasma más frío. Estas celdas de convección crean una textura moteada en la superficie visible del Sol, parecida a las palomitas de maíz.

Por encima de la fotosfera, en la cromosfera (una capa de gas rojiza y brillante), emergen fibrillas oscuras de acumulaciones de campos magnéticos a pequeña escala. Estas fibrillas, que se asemejan a hilos de plasma similares a cabellos, proporcionan más información sobre la naturaleza dinámica de la atmósfera del Sol.

Revelando los secretos del sol con un telescopio único
El Telescopio Solar Inouye, ubicado en la isla de Maui en Hawái, es el telescopio solar óptico más grande del mundo. Con su espejo de 4 metros y condiciones de visualización óptimas cerca de la cima de Haleakala, el volcán más grande de Maui, este innovador telescopio proporciona observaciones sin precedentes de la superficie del Sol.

El telescopio canaliza 13 kW de energía solar, generando enormes cantidades de calor que deben manejarse con cuidado para proteger su delicada óptica. Los sistemas de enfriamiento especializados, que incluyen placas de enfriamiento delgadas y persianas que brindan sombra dentro del domo, ayudan a estabilizar la temperatura alrededor del telescopio.

La notable resolución espacial y sensibilidad del Telescopio Solar Inouye permiten a los astrónomos desentrañar los misterios de nuestra estrella más cercana. Al observar la superficie del Sol, los científicos esperan descubrir el origen del magnetismo solar, comprender los mecanismos del calentamiento coronal y los impulsores del viento solar, y estudiar las llamaradas y las eyecciones de masa coronal. Estos fenómenos, que se originan en manchas solares complejas o grupos de manchas solares, pueden desencadenar eventos explosivos como tormentas solares que tienen el potencial de impactar la Tierra y nuestra infraestructura crítica.

Un vistazo a lo que está por venir
A medida que el Telescopio Solar Inouye continúa explorando el Sol, podemos anticipar vistas más espectaculares y descubrimientos científicos innovadores. Nos dirigimos hacia un máximo solar esperado para 2025, que verá aún más actividad de manchas solares. Esto se debe a que la actividad del sol no es constante, sino que aumenta y disminuye en el transcurso de un ciclo de aproximadamente 11 años.

El Telescopio Solar Inouye representa una hazaña notable de ingeniería y colaboración científica. Nombrado en honor al difunto senador hawaiano Daniel K. Inouye, este telescopio es un testimonio de la curiosidad y la búsqueda de conocimiento de la humanidad. Es a través de las lentes de estos instrumentos innovadores que obtenemos una comprensión más profunda del cuerpo celeste más influyente de nuestro Sistema Solar: el Sol.

Nota de la fuente: el telescopio solar Inouye se encuentra actualmente en su fase de puesta en marcha de operaciones, un período de aprendizaje y transición en el que los científicos optimizan sus capacidades y continúan calibrando y entregando datos a la comunidad científica y al público.

Fuente: ZME Science.

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