Los adultos mayores que experimentan aislamiento social son más propensos a fumar

Salud y medicina

El envejecimiento trae sabiduría y experiencia. Sin embargo, para algunas personas, envejecer también puede significar problemas de salud, pérdida de amigos y disminución de la movilidad, lo que lleva al aislamiento social. Tanto el Cirujano General de EE. UU. como la Academia Nacional de Medicina han emitido advertencias recientes sobre la creciente preocupación de salud pública por el aislamiento social y la soledad y su asociación con la muerte prematura entre los ancianos.

No tener a nadie a quien llamar (por teléfono o en línea) o no interactuar con personas de la comunidad son formas de aislamiento social, que afecta a casi una quinta parte de los adultos estadounidenses mayores de 65 años. Hay diferentes niveles de aislamiento social, desde tener algunos comunicación con los demás y solo a veces sentirse aislado o solo hasta el extremo: cero conexiones con otras personas. Un nuevo estudio realizado por el profesor asociado Gilbert Gimm y asociados encontró que el aislamiento social es un factor de riesgo para fumar.

El estudio encontró que el 17,1 % de los adultos mayores en los EE. UU. estaban socialmente aislados y tenían más probabilidades de fumar en comparación con aquellos que interactúan socialmente con otros en la comunidad. Además, los adultos mayores con niveles más altos de depresión y ansiedad tenían mayores probabilidades de fumar.

“Los adultos mayores con conexiones sociales limitadas o nulas tienen más probabilidades de fumar, lo que a su vez conduce a problemas de salud y muerte prematura. Reducir el aislamiento social en los adultos mayores puede ayudar a mejorar su salud y esperanza de vida”, dijo Gimm.

Los adultos mayores que experimentaron un aislamiento social moderado, como solo poder conectarse por teléfono, pero nunca ver a nadie en persona, tenían el doble de probabilidades de fumar que alguien que está socialmente conectado. Los adultos mayores que tenían un aislamiento social severo, como sin conexión o interacción con nadie en la comunidad, tenían cinco veces más probabilidades de fumar que aquellos que estaban socialmente conectados.

Los investigadores dicen que aún no está claro si el hábito de fumar conduce al aislamiento social o si el aislamiento social conduce al tabaquismo, pero ambos factores aumentan el riesgo de problemas de salud y muerte prematura. Para este estudio, los investigadores analizaron datos de una muestra nacional de 8136 adultos de 65 años o más que participaron en el Estudio Nacional de Tendencias de Salud y Envejecimiento.

“Examinando la asociación de aislamiento social y tabaquismo en adultos mayores” se publicó en Journal of Applied Gerontology en junio de 2023. La estudiante y PhD. de la universidad George Mason Mary Louise Pomeroy y Thomas K.M. Cudjoe de la Universidad Johns Hopkins fueron coautores del estudio.

Fuente: Medical Xpress.

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