Nuestros océanos están cambiando de color y podría afectar la vida en ellos

Medio ambiente

Al analizar dos décadas de imágenes satelitales, investigadores de EE. UU. y el Reino Unido descubrieron que los océanos de la Tierra se están volviendo más verdes, lo que podría reflejar el impacto que el cambio climático está teniendo en las poblaciones de fitoplancton a medida que el mundo se calienta. Los diminutos microbios, incluidas las algas parecidas a plantas, usan clorofila verde para realizar la fotosíntesis. Entonces, cuanto mayor sea su número, más verde se vuelve su hábitat.

Por atractivo que suene un mundo más verde, es probable que un aumento en las concentraciones de fitoplancton tenga numerosos efectos colaterales en los ecosistemas oceánicos. Ya estamos siendo testigos de impactos severos a corto plazo de aumentos en el fitoplancton inducidos por el calor. Sus aumentos repentinos de población roban el oxígeno de su entorno, creando zonas muertas hipóxicas de las que no todos los animales pueden escapar.

Pero también hay consecuencias a más largo plazo, que aún debemos comprender. Una de las preguntas abiertas sobre estos cambios a largo plazo es cuántos datos son suficientes para detectarlos, con estimaciones anteriores que sugieren que se requerirían tres décadas de observaciones para detectar cambios en los ecosistemas oceánicos. Aquí, el equipo de investigadores demostró que alrededor de 20 años de datos del satélite MODIS-Aqua son suficientes, lo que significa que podemos observar, comprender y reaccionar ante el cambio climático más rápidamente.

Ese cambio más rápido se debe a la reflectancia de detección remota, que se refiere a instantáneas del color del océano basadas en la luz reflejada. Procesar estas instantáneas es, en cierto modo, más sencillo que tratar de medir las poblaciones de fitoplancton utilizando otros métodos, como las estimaciones de clorofila.

Eso no quiere decir que el fitoplancton sea la única razón por la que el océano podría volverse más verde, como admiten los investigadores. Sin embargo, su análisis coincide estrechamente con un modelo avanzado que predice cómo los ecosistemas oceánicos podrían estar respondiendo al cambio climático.

“La reflectancia de la teledetección y, por lo tanto, la ecología de la superficie del océano, ha cambiado significativamente en una gran fracción del océano en los últimos 20 años”, escriben los investigadores en su artículo publicado.

El reverdecimiento del océano fue particularmente notable alrededor del ecuador, informa el estudio. A medida que el fitoplancton absorbe CO2, su mayor cantidad podría verse como un valioso sumidero de carbono, lo que hace que el vínculo sea más complejo de lo que parece a primera vista.

Pero dado que pueden alterar gran parte de su entorno, incluida la temperatura, la disponibilidad de nutrientes y los niveles de luz en el agua, y son la base de la cadena alimentaria marina, es probable que el aumento en el número también cause cambios significativos generalizados en recursos como las zonas de conservación y pesquerías. Este estudio no profundiza demasiado en esas consecuencias, pero sea lo que sea que signifique este reverdecimiento del océano, parece que ya está sucediendo, y gracias a las últimas investigaciones, han salido a la luz diez años antes de tiempo.

“En conjunto, estos resultados sugieren que los efectos del cambio climático ya se están sintiendo en los ecosistemas microbianos marinos superficiales, pero aún no se han detectado”, escriben los investigadores.

La investigación ha sido publicada en Nature.

Fuente: Science Alert.

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