Una de las cosas sorprendentes de los meteoritos de hierro es que a menudo son magnéticos. El magnetismo no es fuerte, pero contiene información sobre su origen. Esta es la razón por la que los astrónomos disuaden a los cazadores de meteoritos de usar imanes para distinguir los meteoritos de la roca circundante, ya que los imanes manuales pueden borrar la historia magnética de un meteorito, que es un registro científico importante.
Los meteoritos magnéticos se producen porque se forman en presencia de un campo magnético. Los granos de hierro dentro del meteorito están alineados a lo largo del campo magnético externo, lo que le da al meteorito su propio magnetismo.
Por ejemplo, el meteorito marciano conocido como Black Beauty obtuvo su magnetismo del fuerte campo magnético del joven Marte. Algunos meteoritos son magnéticos pero no deberían haberse formado en un campo magnético fuerte. Los meteoritos de hierro generalmente se clasifican por composición química, como su proporción de níquel a hierro.
Se sabe que un tipo, conocido como IVA, son fragmentos de asteroides más pequeños. Los asteroides pequeños no tienen campos magnéticos fuertes, por lo que los meteoritos IVA no deberían ser magnéticos, pero muchos de ellos lo son. Hay un nuevo estudio que muestra cómo es posible.
Los pequeños asteroides se forman a través de lo que se conoce como el método de la pila de escombros. Pequeños trozos de roca rica en hierro se agregan con el tiempo y se acumulan para convertirse en un asteroide.
Para que un cuerpo genere un fuerte campo magnético, es necesario que haya hierro líquido para crear un efecto de dínamo, y dado que los asteroides pequeños no experimentan esto, no pueden tener campos magnéticos. ¿O pueden?
Los asteroides también están sujetos a colisiones con el tiempo. Son estas colisiones las que rompen fragmentos que se convierten en los meteoritos que encontramos en la Tierra. Pero los autores muestran que los impactos pueden crear una dínamo magnética dentro de un asteroide. Si un cuerpo en colisión no es lo suficientemente grande como para destrozar el asteroide, pero sí lo suficientemente grande como para derretir una capa de material cerca de la superficie, entonces puede ocurrir una cadena de eventos.
Cuando un núcleo de escombros frío está rodeado por una capa fundida, el núcleo se calienta. Los elementos más livianos se evaporan del núcleo y migran hacia la superficie, lo que agita las capas para generar convección.
La convección de hierro genera un campo magnético, que se imprime en partes del asteroide. La colisión posterior crea fragmentos magnéticos, algunos de los cuales llegan a la Tierra.
Entonces, el magnetismo de los meteoritos IVA no proviene de la formación original de su asteroide padre, sino de colisiones posteriores que agitaron su núcleo. Sabiendo esto, los investigadores pueden obtener una mejor comprensión de la historia de nuestro sistema solar y cómo cosas como la deriva planetaria podrían haber provocado colisiones de asteroides más frecuentes.
Otra razón más para no buscar meteoritos con imanes de mano. El mismo acto de encontrar un meteorito también podría borrar la historia de sus colisiones.
Fuente: Universe Today.