Una pequeña suculenta que crece en un enorme valle rodeado de montañas en Sudáfrica es a menudo el blanco de las bromas de la gente. Pero, ¿por qué esta pequeña planta descarada, de solo 6 centímetros de altura, es tan divertida? Una pista podría estar en su nombre: bababoutjies, que se traduce como el trasero de bebé.
El trasero de bebé (Gibbaeum heathii) es una suculenta formadora de grumos que produce de dos a tres hojas lisas en forma de globo, con hojas más viejas que protegen el nuevo crecimiento, persistiendo en la base y cubriendo los tallos. Las flores crecen en el centro a fines del invierno y principios de la primavera, con colores que varían del blanco y el rosa al amarillo. Las hojas de la planta suelen ser de color verde grisáceo, pero cuando salen hojas nuevas, las más viejas pueden volverse rosadas bajo ciertas condiciones, lo que hace que se vea aún más como el culito de un bebé.
“Muchas suculentas cambian de color de verde a rojizo y, por lo general, es una respuesta al estrés por el agua o la luz”, dijo a Live Science Paul Rees, gerente del vivero en Royal Botanic Gardens, Kew, en Londres. “Si las plantas reciben demasiada luz, se enrojecen para ayudar a protegerlas de las quemaduras solares. Además, si hay falta de agua durante un período de tiempo prolongado, pueden enrojecerse para ayudarlas a sobrellevar el estrés hídrico”.
Gibbaeum heathii es endémico de Klein Karoo en la provincia de Western Cape de Sudáfrica, donde crece entre piedras cuarcíticas, que reflejan el calor, creando un clima más fresco para las plantas, según el Instituto Nacional de Biodiversidad de Sudáfrica. El Klein (o Little) Karoo es un valle de 40 a 60 kilómetros que tiene 350 km de largo. Está rodeado de montañas y, como resultado, tiene poca precipitación anual.
Según la Sociedad Botánica de Sudáfrica, Klein Karoo forma parte del Succulent Karoo Biome del país, uno de los hábitats suculentos más ricos y diversos de la Tierra. Se estima que 3.200 especies de plantas se encuentran en Klein Karoo, 400 de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
Muchas de estas especies están amenazadas por la recolección ilegal para el comercio hortícola, el pastoreo excesivo del ganado y el cambio climático. Se espera que la región experimente una mayor sequía durante el próximo siglo, lo que, según los investigadores que estudian el impacto, podría tener “consecuencias nefastas” para las plantas en este punto crítico de biodiversidad.
Fuente: Live Science.