Una lengua perdida ha surgido de las profundidades de la historia, grabada en una tablilla de arcilla de la Edad del Bronce desenterrada en Turquía. Este descubrimiento, revelado por investigadores de la Julius-Maximilians-Universität Würzburg en Alemania, abre una ventana fascinante al pasado, arrojando luz sobre la intrincada red de la evolución lingüística humana.
Un vistazo a las primeras lenguas indoeuropeas
La lengua perdida recientemente descubierta pertenece a la vasta familia indoeuropea. Esta familia lingüística abarca cientos de lenguas relacionadas, y se cree que todas comparten un ancestro prehistórico común.
Sorprendentemente, casi la mitad de la población mundial habla hoy una lengua indoeuropea, con raíces nativas que se extienden por toda Europa, la meseta iraní y el subcontinente indio del norte. Esta diversa familia incluye idiomas familiares como el inglés, el hindi, el español, el francés, el ruso, el portugués, el alemán, el punjabi y el bengalí.
Los arqueólogos descubrieron por primera vez un texto ritual inscrito en una tablilla en el sitio de Boğazköy-Hattusha, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la provincia de Çorum, en el norte de Turquía. Este sitio, que alguna vez fue la capital del Imperio hitita durante la Edad del Bronce Final (alrededor de 1650-1200 a. C.), es conocido por su tesoro de artefactos y secretos históricos.
El Instituto Arqueológico Alemán (DAI) ha estado excavando meticulosamente Boğazköy-Hattusha durante más de un siglo, desenterrando la asombrosa cantidad de 30.000 tablillas de arcilla. Estas tablillas han proporcionado información invaluable sobre varios aspectos de la vida hitita, todos inscritos en cuneiforme, una escritura considerada el sistema de escritura más antiguo conocido, que se originó hace más de 5.000 años en Mesopotamia.
Ecos de lenguas perdidas
La mayoría de las inscripciones encontradas en Boğazköy-Hattusha están en la extinta lengua hitita, el miembro más antiguo conocido de la familia indoeuropea. Otros idiomas, como el luvita y el palaico, también aparecen en estas antiguas tablillas. Sin embargo, la verdadera intriga residió en las excavaciones de 2023, encabezadas por el profesor Dr. Andreas Schachner del Departamento de Estambul del DAI.
El equipo desenterró una recitación de una lengua extinta misteriosa y previamente desconocida escondida dentro de una tablilla cuneiforme. Esta tablilla, que contiene un ritual inscrito en hitita, se refería a la lengua perdida como la lengua de la tierra de Kalašma, una región que se cree que corresponde a la actual Bolu o Gerede en el norte de Turquía.
“Los hititas estaban especialmente interesados en registrar los rituales en lenguas extranjeras”, comentó Daniel Schwemer, director de la Cátedra de Estudios del Antiguo Cercano Oriente en la Universidad Julius-Maximilians-Universität Würzburg.
A pesar de este notable hallazgo, el lenguaje recién descubierto sigue siendo en gran medida ininteligible. Sin embargo, la profesora Elisabeth Rieken de la Universidad Philipps de Marburg, Alemania, experta en lenguas de Anatolia, ha confirmado que, a juzgar por sus características, la lengua kalašmaica pertenece efectivamente a la familia indoeuropea.
El kalasmaico también parece compartir más características con el luvita, aunque la región donde se cree que se hablaba está geográficamente más cerca del área donde se hablaba palaico. Ahora, los investigadores intentarán investigar qué tan estrechamente está relacionado el kalašmaico con otros dialectos luvitas.
Fuente: ZME Science.