Distribuidas al sur del Sahara, las hormigas matabele (Megaponera analis) llevan el nombre de una tribu africana que destruyó todo a su paso en África en la década de 1880. Las hormigas son igualmente formidables y agresivas. Sólo comen termitas y realizan peligrosas expediciones de caza en las que con frecuencia resultan heridos mientras cazan esas termitas. Pero resulta que también son buenas cuidando a los heridos.
Si sus heridas se infectan, existe un riesgo importante de muerte. Sin embargo, según un nuevo estudio, las hormigas matabele han desarrollado un intrincado sistema de salud. Los investigadores alemanes descubrieron que las hormigas pueden diferenciar entre heridas infectadas y no infectadas, tratando estas últimas eficazmente con antibióticos que ellas mismas producen.
“Los análisis químicos han demostrado que el perfil de hidrocarburos de la cutícula de la hormiga cambia como resultado de una infección de la herida”, dijo en un comunicado de prensa Erik Frank, autor del estudio e investigador de la Julius-Maximilians-Universität (JMU) Würzburg. Las hormigas pueden identificar con precisión esta alteración, lo que les permite evaluar el estado de la infección.
Medicina en un mundo diminuto y peligroso
Un estudio de 2018 descubrió que las hormigas matabele llevan a sus compañeros heridos a casa después de un ataque de termitas y luego los cuidan en el nido, sosteniendo la extremidad herida con sus mandíbulas y patas delanteras mientras lamen la herida. Es el primer animal no humano que se ha visto cuidando sistemáticamente a sus heridos para que recuperen la salud.
El estudio anterior que reveló este fascinante comportamiento no analizó cómo se produce la curación; esto es lo que los investigadores han descubierto ahora. Las hormigas aplican compuestos y proteínas antimicrobianos a la herida infectada. Estos antibióticos los toman de una glándula ubicada en el costado del tórax. Su secreción tiene más de 110 componentes, la mitad de los cuales tienen un efecto curativo.
Es una terapia muy eficaz. La tasa de mortalidad de las personas infectadas se reduce en un 90%, como descubrieron los investigadores. Creen que esto tiene implicaciones médicas, ya que el principal patógeno que se encuentra en las heridas de las hormigas, llamado Pseudomonas aeruginosa, es también una de las principales causas de infección en humanos, con varias cepas que son resistentes a los antibióticos.
El equipo de investigadores explorará ahora los comportamientos de cuidado de heridas en otras especies de hormigas y otros animales sociales. También quieren identificar y analizar los antibióticos utilizados por las hormigas matabele en colaboración con grupos de investigación en química. Argumentan que esto podría conducir eventualmente al descubrimiento de nuevos antibióticos que podrían usarse en humanos.
Por ahora, si deseas obtener más información sobre las hormigas Matabele, aparecen en el documental de ocho partes “Life on Our Planet” de Netflix. La secuencia sobre las hormigas se filmó en 2021 en la estación de investigación de la Universidad de Würzburg en Costa de Marfil. Se centraron en el hábitat natural de las hormigas y en los nidos artificiales de la estación.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications.
Fuente: ZME Science.