Es difícil reparar una llanta pinchada en Marte o la Luna. De hecho, es casi imposible. Entonces, cuando la NASA envía un rover o cualquier tipo de explorador con ruedas, debe asegurarse de que no haya accidentes. Aquí es donde pueden ayudar innovaciones como el neumático superelástico. El neumático superelástico fue desarrollado por la NASA para futuras misiones a la Luna y Marte, pero como señala la agencia espacial, es una alternativa viable a los neumáticos aquí en la Tierra.
“El novedoso uso de aleaciones con memoria de forma capaces de sufrir una gran tensión como componentes de carga, en lugar de los materiales elásticos típicos, da como resultado un neumático que puede soportar una deformación excesiva sin daños permanentes”, dice la NASA.
Se trata esencialmente de una llanta no neumática que utiliza aleaciones con memoria de forma, principalmente níquel-titanio (NiTi) y sus derivados, como principales componentes de soporte de carga. El resultado es un neumático que es capaz de soportar mucha más tensión que un neumático promedio sin que se pinche nunca.
El uso de aleaciones con memoria de forma como elementos de refuerzo radial también puede aumentar la capacidad de carga del neumático. El neumático superelástico ofrece una tracción igual o superior a la de los neumáticos convencionales y elimina la posibilidad de pinchazos y de funcionamiento “bajo inflado”, mejorando así la eficiencia del combustible y la seguridad del automóvil. Además, este diseño de neumático no requiere un bastidor interior, lo que simplifica y aligera el conjunto neumático/rueda.
Los neumáticos de caucho de uso común son capaces de soportar una tensión del orden de 0,3-0,5% antes de ceder. Este neumático puede soportar deformaciones de hasta el 10% y luego volver a su forma inicial. Además, el neumático utiliza aleaciones con memoria de forma en su diseño, que esencialmente vuelve a la forma inicial después de la deformación. Esta característica proporciona una mayor flexibilidad en el diseño del neumático y puede adaptarse a necesidades específicas.
Entonces, terminas con un neumático que no se pincha y puede soportar mucha deformación. Puede configurarlo para tracción en diversos terrenos, incluido terreno extremo, y ni siquiera necesita aire, ni un marco interior. No es difícil ver cómo esto podría ser útil también aquí en la Tierra. Teniendo esto en cuenta, una empresa lanzó un Kickstarter para comercializar estos neumáticos. Sí, puedes conseguir estas ruedas para tu coche o incluso para tu bicicleta. No funcionan para todas las marcas, pero algunas ya pueden incorporarlos. Esta no es la primera vez que la NASA inspira una nueva generación de neumáticos.
El neumático Metl, otra innovación de la NASA en tecnología de neumáticos, incorpora un componente único en su núcleo: un resorte que recuerda a un Slinky y que rodea todo el neumático. Este resorte está elaborado a partir de una innovadora aleación de níquel y titanio llamada NiTinol. El NiTinol destaca por su combinación de propiedades: tiene una resistencia similar al titanio y una elasticidad similar a la del caucho.
Los avances tecnológicos de la NASA a menudo se han introducido en nuestra vida diaria, dando lugar a diversos inventos y mejoras en una amplia gama de campos. Uno de los ejemplos más conocidos es la espuma viscoelástica, desarrollada originalmente para mejorar la seguridad de los cojines de los aviones. Desde entonces, este material, conocido por su absorción de energía y comodidad, ha sido ampliamente adoptado en colchones, almohadas e incluso en equipos médicos como prótesis y sillas de ruedas. Las lentes resistentes a los arañazos que se utilizan habitualmente en gafas y gafas de sol también deben su desarrollo a la NASA. La necesidad de la agencia de contar con viseras para cascos de astronautas que fueran duraderas y resistentes a los rayones llevó a la creación de un revestimiento especial.
El viaje de las innovaciones de la NASA desde la exploración espacial hasta las aplicaciones terrestres destaca un aspecto crucial de la investigación espacial: no se trata sólo de conquistar la última frontera, sino también de las tecnologías inesperadas y transformadoras que surgen en el camino.
Fuente: ZME Science.