En el desierto de Judea se han descubierto cuatro monedas que datan de hace casi 1.900 años, cuando el pueblo judío se rebeló contra el Imperio Romano. Las monedas fueron encontradas en la Reserva Natural Mazuq Ha-he’teqim, situada en Cisjordania. Datan de la época de la revuelta de Bar Kojba (132 a 135 d.C.), cuando el pueblo judío se levantó contra el Imperio Romano. Aunque la revuelta tuvo cierto éxito inicial, el contraataque de los romanos resultó en una matanza masiva.
“Quinientos ochenta mil hombres murieron en las diversas incursiones y batallas, y el número de los que perecieron por el hambre, las enfermedades y el fuego era incalculable… por lo que casi toda Judea quedó desolada”, escribió el historiador romano Dion Casio en su libro “Historia romana” (traducción de Earnest Cary). Si bien la exactitud del número de muertos que da es un tema de debate, no hay duda de que fue muy alto y en la región se han encontrado muchas cuevas donde los refugiados se escondieron del ejército romano.
Una moneda tiene una inscripción hebrea que se traduce como “Eleazar el Sacerdote”, que puede referirse a Eleazar Hamod’ai, un rabino que vivía en la ciudad de Beitar, sede de la revuelta, dijeron representantes de la Autoridad de Antigüedades de Israel en un comunicado. Al lado del nombre de Eleazar hay un grabado de una palmera datilera.
En el otro lado de la moneda hay otra inscripción hebrea que dice “año uno de la redención de Israel”. Esto indica que la moneda fue acuñada en el año 132 d.C., durante el primer año de la revuelta, según el comunicado. También hay un grabado de uvas. Las otras tres monedas recién descubiertas tienen una inscripción que dice “Simeón”, que puede referirse a Simeón (también escrito Simón) bar Kojba, el líder de la revuelta, según el comunicado.
Los investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel han estado realizando un estudio del desierto de Judea desde 2017, con la esperanza de encontrar artefactos antes de que sean saqueados. Desde entonces, han hecho varios hallazgos, incluidas espadas romanas y un antiguo pergamino que contiene parte del Libro de Zacarías. El trabajo continuará con una excavación en las cuevas de Murabba’at que permitirá al público colaborar como voluntario.
Fuente: Live Science.