Un nuevo estudio de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), revela un método prometedor para transformar las células grasas blancas ordinarias en células grasas beige que queman calorías. En efecto, esto significa que la grasa quema calorías en lugar de almacenarlas. Si bien esta transformación sólo se ha demostrado en ratones, este descubrimiento podría allanar el camino para nuevas terapias para bajar de peso.
Una transformación gorda
Los humanos tenemos tres tipos de células grasas: blancas, marrones y beige. Los glóbulos blancos sirven principalmente como almacenamiento de energía, acumulando calorías para utilizarlas más adelante. Cuando tenemos demasiados glóbulos blancos, aumentamos de peso. Las células de grasa parda, por otro lado, se especializan en quemar energía para generar calor, lo que ayuda a mantener la temperatura corporal. Esta función es particularmente importante en recién nacidos y durante la exposición al frío. Las células grasas beige son un híbrido; pueden almacenar grasa cuando hay un excedente de energía, pero también quemar energía cuando se activan por cosas como el frío, el estrés y tratamientos específicos.
Los investigadores demostraron cómo la supresión de una proteína específica llamada KLF-15 en las células grasas blancas puede convertirlas en células grasas beige. En otras palabras, esta única proteína puede cambiar la función de las células grasas desde el almacenamiento de calorías hasta la quema de calorías. Increíblemente, esta transformación no requiere partir de células madre, como se pensaba anteriormente.
“Mucha gente pensaba que esto no era factible”, afirmó el autor principal Brian Feldman, profesor de Endocrinología Pediátrica de la UCSF. “Hemos demostrado no sólo que este enfoque funciona para convertir estas células de grasa blanca en células de color beige, sino también que el listón para hacerlo no es tan alto como pensábamos”.
El papel de la proteína KLF-15
En sus experimentos con ratones genéticamente modificados para carecer de KLF-15, los investigadores encontraron que las células grasas blancas se volvían beige. Estos hallazgos fueron confirmados mediante el cultivo de células grasas humanas, que revelaron que KLF-15 controla la abundancia del receptor Adrb1, crucial para mantener el equilibrio energético.
Intentos anteriores que estimularon un receptor relacionado conocido como Adrb3 provocaron pérdida de peso en ratones. Pero los ensayos en humanos de medicamentos que actúan sobre este receptor fracasaron y no lograron replicar el efecto de pérdida de peso.
Sin embargo, apuntar al receptor Adrb1 puede resultar más eficaz. Los investigadores creen que este enfoque podría tener ventajas significativas sobre los medicamentos inyectables actuales para bajar de peso como Ozempic, evitando potencialmente efectos secundarios como náuseas y proporcionando efectos más duraderos.
Esta investigación es un paso prometedor hacia el desarrollo de nuevos medicamentos para bajar de peso. Los métodos tradicionales, incluidos los que tienen como objetivo la supresión del apetito y el control del azúcar en sangre, a menudo conllevan efectos secundarios indeseables. Al centrarse en convertir la grasa blanca existente en grasa beige, este nuevo enfoque apunta directamente a los depósitos de grasa, ofreciendo potencialmente una solución más eficiente y sostenible.
Las implicaciones de este estudio son profundas dado el aumento global de las tasas de obesidad. Los datos más recientes indican que casi el 40% de los adultos estadounidenses son obesos y otro 30% tienen sobrepeso. La obesidad afecta a algunos grupos más que a otros, incluidos los adultos negros no hispanos y los adultos con menor educación. Muchos adultos con obesidad padecen otras enfermedades crónicas graves, como diabetes y enfermedades cardíacas.
“Ciertamente no estamos en la línea de meta, pero estamos lo suficientemente cerca como para que se pueda ver claramente cómo estos descubrimientos podrían tener un gran impacto en el tratamiento de la obesidad”, dijo Feldman.
Los hallazgos aparecieron en el Journal of Clinical Investigation.
Fuente: ZME Science.