Los drones podrían revolucionar la industria de la construcción y provocar un boom de vivienda en el Reino Unido

Tecnología

Por: Joshua Krook, David Bossens y Peter Winter

El nuevo gobierno laborista del Reino Unido se ha comprometido a construir 1,5 millones de viviendas durante su primer mandato. Para lograrlo, promete una reforma urbanística y la reintroducción de objetivos locales de vivienda. Sin embargo, se ha prestado poca atención al papel de las nuevas tecnologías.

Los drones tienen el potencial de transformar la industria de la construcción en el Reino Unido. Sin embargo, nuestro estudio reciente en ACM Journal on Responsible Computing revela que las leyes que rigen el despliegue de drones comerciales en el Reino Unido siguen siendo conflictivas, caóticas y, a veces, contradictorias.

Un dron, o vehículo aéreo no tripulado (UAV), es una máquina voladora controlada a distancia que a menudo está equipada con una cámara de vídeo o sensores. En la construcción, los drones pueden monitorear el progreso del sitio, realizar inspecciones de seguridad e incluso levantar materiales pesados, y algunos modelos son capaces de levantar más de 20 kg.

Esto los convierte en una alternativa viable, más barata y más segura que los trabajadores de la construcción humanos para determinadas tareas. Por ejemplo, los drones podrían reducir la incidencia de trabajadores que caen desde alturas, la principal causa de muertes en la industria de la construcción. También pueden reducir el costo del monitoreo nocturno del sitio y realizar inspecciones de seguridad en grandes áreas de terreno, ayudando en el mantenimiento de tuberías de energía y otros proyectos de infraestructura. A pesar de estas ventajas, la política de drones del Reino Unido es un mosaico de estatutos locales, legislación nacional y normas conservadas de la Unión Europea (UE), lo que crea un panorama confuso para las empresas.

Por ejemplo, para operar un dron de 250 g en una zona urbana concurrida, una empresa debe registrar el dron, someterse a capacitación de piloto, obtener un seguro y obtener la aprobación operativa de la Autoridad de Aviación Civil (CAA). Esto implica designar un plan de vuelo, realizar evaluaciones de riesgos y completar otros pasos administrativos. Luego, las empresas deben considerar la legislación sobre privacidad, datos, acoso (para drones que usan cámaras), ruido y derechos humanos, incluido el posible despido (o recapacitación) de trabajadores humanos.

También se aplican leyes específicas a los drones en la construcción, incluidas las normas de elevación, las leyes de salud y seguridad de los trabajadores y las leyes que rigen el transporte de diversos materiales y sustancias de construcción. Algunas de estas leyes difieren a nivel local, nacional e internacional.

Esto aumenta la carga regulatoria para las empresas constructoras, lo que hace que operar de manera eficiente sea más difícil. El papeleo para el proceso de aprobación de la CAA para casos de uso comercial de mayor riesgo puede provocar retrasos en proyectos de construcción a gran escala. Actualmente, existe una transparencia mínima sobre qué proyectos se aprueban o rechazan, lo que deja a las empresas inseguras sobre sus inversiones hasta que se conceda la aprobación.

Nuevo marco
Nuestro estudio propone crear un nuevo marco nacional para el despliegue de drones comerciales, que abarque todos los beneficios y riesgos bajo una sola ley. Sugerimos que ciertos casos de uso, particularmente en áreas regionales, reciban luz verde rápidamente y de forma predeterminada, incluso para drones más pesados.

Los requisitos de línea de visión (donde los operadores deben mantener una línea de visión con su dron en todo momento) deben flexibilizarse en áreas peligrosas. En realidad, esto podría mejorar la seguridad de los trabajadores al permitir que los drones operen de forma independiente sin necesidad de que los trabajadores los sigan en situaciones peligrosas.

Además de los humanos, la ley también debe proteger a los animales voladores (como pájaros y murciélagos) y a los insectos (como mariposas y abejas), especialmente aquellos que están en peligro de extinción. Es necesario evaluar cuidadosamente el impacto ambiental de los drones, incluido el riesgo de incendio si los drones transportan productos químicos u otros materiales peligrosos.

El gobierno del Reino Unido debería aprovechar la experiencia científica y técnica nacional para producir guías prácticas, manuales de cumplimiento y otras herramientas para acelerar el proceso de aprobación. Estos recursos permitirían que las mejores prácticas proliferaran en la industria. Rutas de vuelo, algoritmos e interfaces de programación de aplicaciones (API) disponibles en el mercado (una forma para que dos o más programas informáticos se comuniquen entre sí) deberían estar disponibles para que las empresas operen en zonas designadas sin largos procesos de documentación. Se deben hacer planes básicos para que los “ascensores” de drones operen internamente en los sitios de construcción, para levantar materiales pesados ​​entre los pisos.

Leyes unificadoras
La legislación nacional podría simplificar todos los intentos de mitigar el riesgo que representan los drones en una única ley unificada. Esto abordaría de una sola vez la privacidad, el ruido, la seguridad, los derechos humanos y el medio ambiente.

Esto incluiría la elaboración de perfiles de ruido, para garantizar que los drones que operan en las ciudades cumplan con niveles máximos de ruido específicos. También incluiría una orientación más clara para las empresas sobre los usos de drones permitidos y prohibidos. Una nueva ley de drones para uso comercial también podría especificar requisitos técnicos, características de seguridad, protocolos de privacidad y medidas de ciberseguridad para mantener alejados a los piratas informáticos.

Las leyes actuales que rigen el uso de drones se basan en la noción de que un ser humano decide la trayectoria del drone. A medida que la IA se integre más en la toma de decisiones y avance hacia una autonomía total, será necesario reflexionar sobre su regulación.

¿Quién será responsable si un programa de control no funciona según lo previsto? ¿Qué tipo de exenciones de responsabilidad se necesitan? Otra consideración es que las técnicas de IA se basan en estadísticas sobre datos limitados. Esto significa que es posible que nunca alcancen los estándares de seguridad ISO que constituyen puntos de referencia vitales para la industria de la construcción.

La integración de drones en la industria de la construcción del Reino Unido podría beneficiar significativamente un nuevo auge inmobiliario, proporcionando procesos de construcción más baratos, seguros y eficientes. Sin embargo, el gobierno debe abrazar esta revolución tecnológica y establecer una política y una regulación más sólidas sobre drones para allanar el camino para futuros avances.

Este artículo es una traducción de otro publicado en The Conversation. Puedes leer el texto original haciendo clic aquí.

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