El primer reactor nuclear a prueba de fusión supera el test de pérdida de enfriamiento en China

Tecnología

Un equipo de ingenieros de la Universidad de Tsinghua, que trabaja en el reactor de alta temperatura de China con un módulo de lecho de guijarros (HTR-PM), afirma que el reactor ha superado una prueba de refrigeración crítica. En su estudio, publicado en Joule, el grupo apagó la alimentación externa del reactor para probar sus capacidades de refrigeración durante dos días.

Uno de los principales inconvenientes del uso de la energía nuclear para generar electricidad es el miedo a una fusión, que posiblemente exponga a las poblaciones a la radiación. Los científicos han estado trabajando para desarrollar diseños de reactores nucleares que no se fundan si se interrumpe el suministro de refrigerante. En este nuevo estudio, el equipo de China probó el diseño HTR-PM, en el que las barras de combustible utilizadas en las reacciones son menos densas que las que se utilizan actualmente.

Emplean más grafito y menos uranio, y el uranio está encapsulado. El diseño da como resultado reacciones más lentas y la capacidad de mantener temperaturas más altas durante períodos de tiempo más largos. También dispersa el calor sobre un área más grande, lo que significa que el enfriamiento se puede realizar de forma pasiva, utilizando convección, conducción o ambas. Esto significa que no se necesita ninguna fuente de energía externa para enfriar.

El diseño habría evitado la fusión que ocurrió en la planta Fukushima Daiichi en Japón en 2011. En ese accidente, un tsunami provocó un corte de energía que hizo imposible bombear el agua utilizada para mantener fríos los reactores, lo que permitió que se sobrecalentaran.

La nueva planta nuclear en China está en construcción y pruebas desde 2016: tiene dos reactores, cada uno capaz de generar 105 MW de energía. Comenzó a operar el año pasado. El equipo de investigación trató de demostrar que la planta es incapaz de fundirse acelerando ambos reactores a plena potencia y luego apagando toda la energía externa; esto detuvo inmediatamente el flujo de agua hacia y desde las turbinas que se utilizan para generar energía. Luego, los investigadores monitorearon la planta en caso de una fusión, que no ocurrió; en cambio, se alcanzaron temperaturas estables en 36 horas.

Fuente: Tech Xplore.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *