Las medidas climáticas salvaron casi 40.000 vidas en 2023 sólo en Europa

Medio ambiente

El verano de 2023 fue un año histórico, tanto por las temperaturas máximas como por las devastadoras pérdidas humanas que se cobró. Fue el año más caluroso registrado y un testimonio de lo que está por venir con el calentamiento global. Según una investigación reciente, es posible que se hayan producido más de 47.000 muertes relacionadas con el calor en Europa en el año 2023. Sin embargo, no estamos indefensos: sin la adaptación climática, la cifra habría aumentado alrededor del 80%.

El calentamiento climático está matando a la gente de más de una manera. Puede empeorar la calidad del aire al aumentar la prevalencia de contaminantes y alérgenos, lo que provoca problemas respiratorios y cardiovasculares. Indirectamente, el calentamiento climático puede contribuir a la escasez de alimentos y agua, impulsar la propagación de enfermedades infecciosas y aumentar la frecuencia y gravedad de desastres naturales como huracanes, inundaciones e incendios forestales. Sin embargo, la forma más directa es a través de fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor.

Las olas de calor ponen a prueba la capacidad del cuerpo humano para regular la temperatura, lo que provoca enfermedades relacionadas con el calor, como golpes de calor, deshidratación y problemas cardiovasculares. Las poblaciones vulnerables, incluidas las personas mayores, las personas con problemas de salud preexistentes y las personas en regiones con infraestructura o atención médica inadecuadas, corren un riesgo especial. A medida que aumentan las temperaturas globales, estos eventos de calor extremo se vuelven más frecuentes y graves. Sin embargo, estimar cuántas personas mueren a causa de estos eventos no es sencillo.

Los investigadores dirigidos por Elisa Gallo de la Universidad de Padua, Italia, utilizaron registros de mortalidad que representan 96 millones de recuentos de muertes de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Evaluaron la carga de mortalidad relacionada con el calor en 2023 en 35 países europeos, centrándose solo en los efectos directos.

Los hallazgos revelan una cruda realidad: el sur de Europa fue el más afectado, con países como Grecia, Bulgaria e Italia experimentando las tasas de mortalidad más altas por millón de personas. Solo Grecia informó 393 muertes relacionadas con el calor por millón de personas, lo que resalta la vulnerabilidad del país. Sin embargo, no todo son malas noticias.

La adaptación es importante

Tasa de mortalidad regional relacionada con el calor (muertes por millón) agregada durante el año 2023 para la población general. Créditos de la imagen: Nature / Gallo et al (2024).

A pesar de las sombrías estadísticas, el estudio también destaca el importante impacto de las medidas de adaptación implementadas desde principios de la década de 2000. Los investigadores estiman que sin estas medidas, la carga de mortalidad relacionada con el calor en 2023 podría haber sido un 80% mayor. Esto se traduce en alrededor de más de 85.000 muertes, por lo que se evitó una gran cantidad de daños. Esto subraya la eficacia de las estrategias de salud pública, las mejoras de infraestructura y los cambios sociales para reducir el costo humano del calor extremo.

En este contexto, la adaptación se refiere a una amplia gama de cambios sociales y de comportamiento que reducen la vulnerabilidad al calor. Estos incluyen diseños de edificios mejorados, uso generalizado del aire acondicionado, plantación de árboles, campañas de salud pública y sistemas de alerta temprana. La investigación encontró que las reducciones más significativas en la mortalidad se dieron entre las personas mayores, en particular las mayores de 80 años, que son las más susceptibles a los efectos adversos del calor extremo. Sin embargo, si bien algunos de los grupos vulnerables fueron intuitivos, algunos hallazgos fueron sorprendentes.

La demografía de la vulnerabilidad
La edad es un factor crítico. Los ancianos, en particular los mayores de 80 años, tenían muchas más probabilidades de sucumbir a enfermedades relacionadas con el calor. El estudio estima que para este grupo de edad, la tasa de mortalidad fue de más de 1.100 muertes por millón, una cifra asombrosa que subraya la necesidad de estrategias de adaptación específicas.

Sin embargo, uno de los aspectos más sorprendentes de la investigación es su desglose detallado de la mortalidad relacionada con el calor en diferentes grupos demográficos. Se descubrió, por ejemplo, que las mujeres eran significativamente más vulnerables que los hombres, con una tasa de mortalidad un 55% más alta. Esta disparidad probablemente se deba a una combinación de factores biológicos, conductuales y sociales, aunque las razones exactas siguen sin estar claras.

Al saber qué grupos son más vulnerables, los investigadores pueden diseñar intervenciones cuidadosas que salven más vidas. Sin embargo, si bien la adaptación ha salvado vidas, no es una panacea.

El calentamiento climático nos preocupa a todos
El estado del calentamiento climático es cada vez más alarmante. La temperatura de la Tierra ha aumentado un promedio de 0,06 °C por década desde 1850, o aproximadamente 1 °C en total. Esta advertencia incesante continuará a medida que sigamos emitiendo gases de efecto invernadero. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, los incendios forestales y las tormentas intensas, se volverán cada vez más comunes e incluso más intensos.

Mientras trabajamos (esperemos) para reducir nuestras emisiones, también debemos desarrollar estrategias para hacer frente a la creciente amenaza del cambio climático. Esto incluye no solo mejorar las medidas de adaptación existentes, sino también invertir en nuevas tecnologías, infraestructuras e iniciativas de salud pública que puedan proteger mejor a las poblaciones del calor extremo.

El mundo va camino de superar el umbral crítico de calentamiento de 1,5°C establecido por el Acuerdo de París, lo que tendría consecuencias catastróficas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. Además, muchos lugares habitados (especialmente las ciudades) se han vuelto mucho más cálidos que el promedio mundial debido al efecto de isla de calor.

Aunque esta investigación se centró en Europa, se están produciendo tendencias similares en otras partes del mundo, posiblemente incluso peores. A medida que las temperaturas globales siguen aumentando, también deben aumentar nuestros esfuerzos para adaptarnos y mitigar los impactos del cambio climático. La vida de millones de personas depende de ello.

El estudio “Mortalidad relacionada con el calor en Europa durante 2023 y el papel de la adaptación en la protección de la salud” se publicó en Nature Medicine.

Fuente: ZME Science.

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