El asma y las alergias pueden ser causadas por cambios en la placenta, sugiere estudio

Salud y medicina

Los cambios en la placenta pueden aumentar el riesgo de que los niños desarrollen asma y alergias, según ha demostrado un nuevo estudio de la Universidad de Örebro, publicado en la revista Pediatric Allergy and Immunology.

“Los pediatras deberíamos prestar más atención a la posible importancia de la placenta para el niño después del nacimiento”, afirma la investigadora Maria Lodefalk.

Lodefalk es profesora de Ciencias Médicas en la Universidad de Örebro y médica jefa de pediatría en el Hospital Universitario de Örebro. Junto con Zaki Bakoyan, médico de Falun y antiguo estudiante de medicina de la Universidad de Örebro, Lodefalk ha publicado un estudio basado en la revisión de 19 estudios previos en los que participaron unos 13.000 niños.

Su estudio demuestra que los niños nacidos prematuramente tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir problemas relacionados con el asma si existe una inflamación en las membranas fetales y la placenta. Este riesgo se suma al mayor riesgo de enfermedades pulmonares asociado con el nacimiento prematuro.

Los investigadores también observaron una relación entre placentas inusualmente pesadas y un aumento de las prescripciones de medicamentos contra el asma en los niños nacidos a término durante su primer año de vida.

Aunque estas relaciones son estadísticamente significativas, Lodefalk enfatiza que los investigadores aún no saben con certeza si los cambios en la placenta causan directa o indirectamente asma o alergias en los niños.

“Es casi imposible realizar el tipo de estudios necesarios para demostrar una relación causal en mujeres embarazadas. Pero dados estos resultados, creo que los pediatras deberíamos centrarnos más en la posible importancia de la placenta para el niño después del nacimiento”, afirma.

Puede dar lugar a nuevas rutinas para el cuidado del recién nacido
Se sabe desde hace tiempo que las enfermedades atópicas como el asma y las alergias pueden empezar a desarrollarse durante la etapa fetal.

“Una explicación plausible para los nuevos hallazgos podría ser que la inflamación en la placenta y las membranas fetales desencadena una inflamación en el feto que persiste y corre el riesgo de dañar los pulmones del niño o afectar al sistema inmunológico incluso después del nacimiento”, explica Lodefalk.

Este nuevo conocimiento es algo de lo que la atención sanitaria ya puede beneficiarse.

“Si sabemos que los cambios en la placenta pueden significar un mayor riesgo de desarrollar asma, podemos controlar más de cerca a los niños nacidos prematuramente y después de descubrir una inflamación en las membranas fetales y la placenta. Pesar y enviar todas las placentas para su análisis en caso de incertidumbre también podría ser una medida sencilla y eficaz”, continúa Lodefalk.

Destaca la necesidad de realizar estudios adicionales para comprender cómo los cambios en la placenta pueden afectar a la salud del niño, afirmando: “También sería interesante investigar si los tratamientos específicos después del nacimiento reducen el riesgo de que los niños nacidos con inflamación desarrollen asma más adelante”.

La placenta es un órgano temporal que se desarrolla en el útero durante el embarazo. Proporciona oxígeno y nutrientes al feto, elimina los desechos y actúa como barrera contra ciertas infecciones. La placenta también produce hormonas vitales para el embarazo, la madre y el feto.

Casi el 40% de los suecos padecen asma o algún tipo de alergia. Los factores genéticos y ambientales o una combinación de ellos provocan asma y alergias. Evitar el tabaco y la contaminación del aire es una forma de reducir el riesgo de padecer asma y alergias.

Fuente: Medical Xpress.

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