Los investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón han descubierto un vínculo correlativo entre la pérdida de audición y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson (EP). Observaron que el riesgo de EP aumenta un poco con la gravedad de la pérdida de audición y disminuye cuando se utilizan audífonos con prontitud.
Estudios anteriores han señalado deficiencias sensoriales, como la visión, la audición y el olfato, como signos previos de enfermedades neurodegenerativas. La pérdida de audición se ha asociado con la enfermedad de Alzheimer, que comparte una superposición clínica, genética y patológica con la EP. Estas disminuciones en la función sensorial pueden reflejar signos tempranos de daño dentro de las vías neuronales indicativos de neurodegeneración general.
En un estudio de cohorte, “Pérdida de audición, enfermedad de Parkinson incidental y tratamiento con audífonos”, publicado en JAMA Neurology, se compararon los datos de más de 3 millones de veteranos estadounidenses con pérdida de audición con casos de EP. El análisis encontró que la pérdida de audición se asociaba con mayores tasas de EP, y que la gravedad de la pérdida de audición se correlacionaba con un mayor riesgo.
Los datos del Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU. incluyeron a 3.596.365 veteranos (el 96 % eran hombres con una edad media de 67 años) a los que se les realizó un audiograma entre 1999 y 2022, y se agruparon en función de sus capacidades auditivas. De ellos, el 20,8 % tenía una audición normal, mientras que el resto experimentó diversos grados de pérdida auditiva, categorizada como leve, moderada, moderada a severa o severa.
A los 10 años de la realización del audiograma, los autores sugieren que la incidencia de EP aumentó con la gravedad de la pérdida auditiva. Los veteranos con pérdida auditiva leve mostraron 6,1 casos adicionales por cada 10.000 personas, la pérdida moderada 15,8 por cada 10.000 y la pérdida moderada a severa 16,2 casos por cada 10.000, mientras que aquellos con pérdida auditiva severa a profunda experimentaron un aumento de 12,1 por cada 10.000.
Curiosamente, los veteranos a los que se les colocaron audífonos rápidamente tuvieron una reducción de 21,6 casos por cada 10.000. Los hallazgos requieren más investigación sobre los posibles mecanismos que vinculan la pérdida auditiva con enfermedades neurodegenerativas como la EP.
Mientras tanto, los autores del estudio sugieren que “…la detección auditiva debería implementarse en el nivel de atención primaria incluso cuando el paciente no exprese problemas auditivos. La detección auditiva y la intervención auditiva son intervenciones de bajo costo y bajo riesgo que pueden influir en el desarrollo posterior de la sinucleinopatía. Puede ser el factor de riesgo modificable más importante para la demencia en la mediana edad y podría resultar lo mismo para la EP”.
Fuente: Medical Xpress.