En el vasto desierto de Irak, los arqueólogos han descubierto algo extraordinario: un campo de batalla que se perdió durante casi 1.400 años. Y lo han hecho utilizando herramientas poco convencionales para los arqueólogos. Al examinar imágenes desclasificadas de satélites espías estadounidenses, investigadores de la Universidad de Durham y la Universidad de Al-Qadisiyah de Irak han identificado el lugar probable de la Batalla de Al-Qadisiyyah, un enfrentamiento épico que dio forma al futuro del mundo islámico.
Fue aquí, al sur de la antigua ciudad de Kufa, donde las fuerzas árabes musulmanas se enfrentaron con el poderoso Imperio Sasánida alrededor del año 636. La batalla fue una victoria decisiva para el califato rashidun, que condujo a una rápida expansión del dominio islámico por Oriente Medio, África e incluso partes de Europa. Sin embargo, a pesar de su importancia monumental, la ubicación exacta de este campo de batalla había seguido siendo un misterio, hasta ahora.
Desenterrando la historia con tecnología de espionaje
El avance se produjo durante un estudio del sendero Darb Zubaydah, una ruta de peregrinación histórica que se extiende desde Kufa hasta La Meca. Utilizando imágenes captadas por satélites espías estadounidenses en la década de 1970, los arqueólogos pudieron mirar atrás en el tiempo, mucho antes de que el desarrollo moderno oscureciera los paisajes antiguos. Las imágenes granuladas en blanco y negro revelaron indicios de un mundo perdido debajo de la arena, y no pasó mucho tiempo antes de que los investigadores se dieran cuenta de que podían usar la misma información para identificar el lugar de la famosa batalla.
“Como se esperaría de las imágenes de espionaje estadounidenses de alto secreto hasta ahora, la resolución es absolutamente asombrosa, es como tener Google Earth, pero de la década de 1970”, dijo a Newsweek William Deadman, investigador principal de la Universidad de Durham. Estas imágenes ofrecían una vista única de la región, intacta por décadas de expansión agrícola y urbana. Al compararlas con fotos modernas y textos históricos, el equipo de Deadman encontró pistas que pusieron de relieve el campo de batalla perdido hace mucho tiempo.
Las descripciones históricas habían señalado una zona general de la batalla, pero no eran precisas: se trataba de un lugar dentro de un radio de entre 10 y 20 kilómetros. Ahora, gracias a estas imágenes satelitales, los investigadores han acotado la zona a un kilómetro. “Me sorprendió lo bien que la arqueología se relacionaba con la narrativa histórica”, comentó Deadman.
Los investigadores identificaron no solo el lugar de la batalla, sino también puntos de parada clave a lo largo de la ruta de peregrinación, como los asentamientos antiguos de al-Qadisiyyah y al-‘Udhayb. “Poder utilizar nuestro trabajo de investigación no solo para identificar un lugar histórico clave de la batalla, sino también la ubicación de dos asentamientos clave a lo largo de Darb Zubaydah es enormemente emocionante”, dijo Deadman.
Confirmación de los hallazgos sobre el terreno
Sin embargo, la arqueología consiste en última instancia en ensuciarse las manos. La confirmación final tenía que venir de las tropas sobre el terreno. Los arqueólogos iraquíes realizaron estudios y encontraron fragmentos de cerámica del período correcto dispersos en la superficie, lo que agregó una prueba tangible a los descubrimientos remotos.
“El trabajo de nuestros colegas iraquíes fue absolutamente fundamental para confirmar lo que habíamos encontrado de manera remota”, explicó Deadman. “No solo pudieron confirmar que nuestra interpretación remota de las imágenes satelitales era precisa, sino que también pudieron encontrar evidencia adicional de apoyo”.
El estudio destaca cómo la tecnología moderna puede revelar secretos antiguos. Esta fusión de registros históricos, satélites y trabajo de campo ha llevado al equipo a descubrir la historia completa de la Batalla de al-Qadisiyyah.
Los investigadores ahora esperan realizar un estudio más profundo para mapear el campo de batalla. “Con un estudio arqueológico detallado en el futuro, esperamos también localizar y mapear el campo de batalla en detalle, si aún sobrevive”, señaló Deadman.
Los hallazgos aparecieron en la revista Antiquity.
Fuente: ZME Science.