En las profundidades de la región de Mogok, en Myanmar, se encontraba un diminuto cristal de color naranja rojizo que pasaba desapercibido. Para el ojo inexperto, parecía como muchas otras piedras, pulidas por el agua, que los mineros que buscaban zafiros pasaban por alto. Pero esta modesta gema, que más tarde se denominó kyawthuita, no se parece a nada de lo que hay en la Tierra; o al menos, a todo lo que conocemos. Es el mineral más raro conocido por la ciencia, del que sólo se ha descubierto un único ejemplar. La única muestra encontrada hasta ahora, que pesa apenas 1,61 quilates (0,3 gramos), ha despertado una inmensa intriga entre científicos y coleccionistas por igual.
Una gema singular
El cristal de kyawthuita fue descubierto en 2010 por cazadores de zafiros en el valle de Chaung Gyi, cerca de Mogok, en Myanmar. Inicialmente se confundió con una gema común, pero más tarde el Dr. Kyaw Thu, un destacado mineralogista, lo identificó como único. Después de un análisis exhaustivo, la Asociación Mineralógica Internacional (IMA) reconoció oficialmente a la kyawthuita como un nuevo mineral en 2015. Hoy, el único espécimen se encuentra en el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, donde se resguarda como un tesoro geológico.
La kyawthuita es un óxido de bismuto y antimonio, con la fórmula química Bi₃⁺Sb₅⁺O₄, con trazas de tantalio. Estos elementos, aunque no son extremadamente raros individualmente, se formaron en condiciones únicas que los científicos recién están comenzando a comprender. La estructura del mineral incluye láminas de antimonio y oxígeno en forma de tablero de ajedrez, anidadas contra átomos de bismuto. Su densidad es ocho veces la del agua, por lo que es mucho más pesado de lo que parece a simple vista.
Se cree que la kyawthuita se originó en la pegmatita, una roca ígnea formada durante las últimas etapas de la cristalización del magma. La geología de Myanmar, moldeada por la colisión de las placas tectónicas de la India y Asia, proporcionó el intenso calor y la presión necesarios para la formación de estos minerales raros. Este evento cataclísmico durante la época del Paleoceno-Eoceno no solo creó la kyawthuita, sino que también dotó a la región de una gran riqueza de piedras preciosas, incluidos los cristales de color rojo oscuro de painita, el segundo mineral más raro del mundo; un mineral de borato que contiene la rara combinación de circonio y boro.
Preocupaciones éticas y curiosidad científica
Los ricos depósitos minerales de Myanmar tienen un trasfondo desalentador. Décadas de inestabilidad política, control militar y abusos de los derechos humanos ensombrecen su comercio de piedras preciosas. Las prácticas mineras en la región han generado críticas por las condiciones inseguras, el trabajo forzado y la explotación infantil. Estas preocupaciones éticas han llevado a algunos a boicotear los materiales procedentes de Myanmar, lo que limita el estudio y la comercialización de sus minerales raros.
Sin embargo, la kyawthuita es un ejemplo sorprendente de geología en movimiento, una mirada a los intrincados procesos geológicos del planeta. A diferencia de las réplicas sintéticas del mineral (químicamente idénticas y más fáciles de producir), el cristal de kyawthuita natural encarna millones de años de evolución geológica.
Fuente: ZME Science.