El monte Tai es una de las montañas más veneradas de China y atrae a millones de visitantes cada año. Durante siglos, emperadores, poetas y filósofos han peregrinado a la montaña, en una tradición que se cree que trae bendiciones e iluminación.
A pesar de estar a solo 1.532,7 metros sobre el nivel del mar, el monte Tai no es una subida fácil. Si bien no es peligroso, gracias a las escaleras de piedra bien mantenidas, el ascenso sigue siendo agotador. Con más de 7.000 escalones empinados que serpentean por sus laderas, incluso los excursionistas experimentados se detienen para respirar.
Por eso los exoesqueletos son tan útiles. Los exoesqueletos robóticos están diseñados para ayudar a los escaladores, lo que permite que más personas experimenten el viaje sin agotar sus cuerpos. Con un costo de alrededor de $10 por subida, no es difícil ver por qué son tan populares.
“Realmente funciona. Una vez que me lo puse, mis piernas ya no me dolían. “Me sentí como si alguien me estuviera tirando cuesta arriba”, dijo Li Chengde, un turista de 68 años de la capital provincial de Jinan, después de probar el dispositivo, según la Agencia de Noticias Xinhua.
Los dispositivos livianos pesan sólo 1,8 kilogramos. Se los coloca alrededor de la cintura y los muslos y están listos para usar, brindando asistencia sincronizada mediante inteligencia artificial. El esqueleto está alimentado por dos baterías que duran alrededor de 5 horas. A cada paso, empuja al usuario hacia adelante, como una mano invisible.
La mayoría de los probadores, incluido un creador de contenido de 29 años llamado Jacky citado por CNN, elogiaron el dispositivo. Jacky dijo que el dispositivo funciona tan bien que realmente te sientes torpe después de quitártelo. Otros señalaron inconvenientes menores (como atarse los cordones de los zapatos) mientras se usa el dispositivo, pero en general, el exoesqueleto pareció hacer un excelente trabajo al ayudar a las personas a subir la montaña más rápido.

Los exoesqueletos baratos son una buena noticia
Especialmente para los visitantes mayores y con problemas de movilidad, el exoesqueleto hizo que el Monte Tai fuera más accesible y agradable. La mitad de los excursionistas que lo probaron eran personas mayores.
“Algunos turistas mayores quieren disfrutar del paisaje a lo largo del camino, pero sentarse en un teleférico limita su vista. Con la ayuda de estos robots, pueden experimentar verdaderamente la alegría de escalar”, dijo Wang Houzhe, subdirector del Partido del Grupo de Turismo Cultural de Taishan, quien desarrolló el robot.
Si bien los exoesqueletos en el Monte Tai pueden parecer un truco novedoso, sus implicaciones se extienden más allá. Como muchos otros países, China se enfrenta a un rápido envejecimiento de la población. Alrededor del 22% de sus ciudadanos tienen más de 60 años en 2024, una cifra que se espera que supere los 400 millones en 2035. A medida que más personas mayores buscan formas de mantenerse activas e independientes, la tecnología de asistencia como los exoesqueletos robóticos podría marcar una gran diferencia.
Estos dispositivos portátiles, impulsados por inteligencia artificial, pueden adaptarse a los movimientos del usuario, ofreciendo asistencia sincronizada para aliviar el esfuerzo de cada paso. Para las personas mayores con fuerza limitada o que se recuperan de lesiones, los exoesqueletos ofrecen una forma de mantener la independencia, mejorar la movilidad y mantenerse activos, al mismo tiempo que reducen el riesgo de caídas y lesiones.
La misma empresa desarrolló un modelo de exoesqueleto independiente diseñado específicamente para usuarios mayores, que pesa un poco más, 2,4 kilogramos, pero proporciona más apoyo para caminar, correr y subir escaleras. El precio (estimado en alrededor de $ 2,334 USD en China) no es prohibitivo y podría significar que estos dispositivos se generalizarán en un futuro cercano.
La verdadera prueba será si estos dispositivos se vuelven asequibles y se adoptan ampliamente, no solo en China sino en todo el mundo. Si ese es el caso, podrían hacer la vida mucho más fácil para cientos de millones de personas en todo el mundo.
Fuente: ZME Science.