El microcontrolador más pequeño del mundo podría transformar la tecnología y la medicina portátiles

Tecnología

Es más pequeño que un grano de pimienta, pero no te dejes engañar por su diminuto tamaño. Texas Instruments ha presentado el microcontrolador más pequeño del mundo, el MSPM0C1104, con tan solo 1,38 milímetros cuadrados. Su reducido tamaño podría abrir las puertas a una nueva generación de wearables médicos, dispositivos inteligentes para el hogar e incluso herramientas quirúrgicas que antes se consideraban imposibles.

Una computadora del tamaño de un pimiento

Los microcontroladores (pequeñas computadoras autónomas) son los caballos de batalla silenciosos de la electrónica moderna, integrados en todo, desde termostatos inteligentes hasta monitores de actividad física. La última unidad microcontroladora (MCU) de Texas Instruments, parte de su serie Arm Cortex-M0+, lleva esta miniaturización al extremo. A pesar de su tamaño, el MSPM0C1104 ofrece una potencia sorprendente, con un procesador de 24 MHz, 16 KB de memoria flash y 1 KB de SRAM. Incluso cuenta con un conversor analógico-digital de 12 bits para interpretar los datos de los sensores en aplicaciones como la monitorización médica y la detección ambiental.

El diminuto tamaño del microcontrolador es posible gracias al empaquetado a escala de chip a nivel de oblea (WLCSP), una técnica de fabricación avanzada que elimina la necesidad del empaquetado tradicional, haciéndolo un 38% más pequeño que su competidor más cercano. Para los ingenieros que diseñan dispositivos ultracompactos —piensen en pastillas inteligentes que monitorizan la salud interna o auriculares de nueva generación— esto podría ser una verdadera revolución.

“Con la nueva MCU de TI, podríamos ver una nueva clase de supermicrodispositivos, no sólo dirigidos a consumidores, sino también a usos comerciales”, declaró William Luk a CNET, consultor de Quandary Peak Research. “Uno de los sectores verticales más importantes para los microdispositivos es el de la salud y la cirugía: píldoras inteligentes, sensores integrados o incluso dispositivos quirúrgicos que pueden llegar a lugares como nunca antes”.

Especificaciones para un chip del tamaño de una mota

Texas Instruments posiciona esta MCU como la solución ideal para dispositivos alimentados por batería y con limitaciones de espacio. El MSPM0C1104 funciona con una eficiencia impresionante, consumiendo tan solo 87 microamperios por megahercio en activo y tan solo 5 microamperios en modo de espera. Estas características podrían prolongar la duración de la batería en wearables y dispositivos médicos donde una larga duración de la batería es esencial.

El dispositivo también está diseñado para soportar condiciones extremas, funcionando a temperaturas de entre -40°C y 125°C. Ya sea dentro de un sensor industrial en un almacén frigorífico o en una sonda médica de alta temperatura, se mantiene operativo con posibles aplicaciones más allá de la electrónica de consumo.

Diagrama de bloques funcional del MSPM0C110x. Crédito: Texas Instruments.

Texas Instruments pone esta tecnología al alcance de grandes fabricantes, así como de aficionados e investigadores. La compañía ofrece un kit de desarrollo LaunchPad por tan solo $5.99.

A tan solo 20 centavos por unidad en pedidos al por mayor, el MSPM0C1104 es extraordinariamente asequible para aplicaciones a gran escala. «Esta innovación podría ser suficiente para impulsar a Texas Instruments en la cadena de desarrollo de la MCU, actualmente dominada por STMicroelectronics, Infineon, NXP, Microchip y Renesas Electronics», señaló Luk.

Durante años, la carrera en microelectrónica se ha centrado en incorporar mayor potencia en chips cada vez más pequeños. Si bien muchos avances se han centrado en hacer procesadores más rápidos y potentes, el microcontrolador de Texas Instruments representa un enfoque diferente: prioriza la miniaturización y la eficiencia energética.

Existe un gran mercado para las computadoras diminutas. Los implantes médicos inteligentes podrían monitorizar la salud de los pacientes en tiempo real, enviando datos de forma inalámbrica sin procedimientos invasivos. Se podrían instalar pequeños sensores ambientales en lugares previamente inaccesibles para la electrónica, monitorizando la calidad del aire o detectando contaminantes en el agua. Incluso los productos de consumo, desde audífonos hasta lápices inteligentes, podrían volverse más discretos y eficientes.

Fuente: ZME Science.

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