Imagina untar mantequilla en tu tostada matutina que no proviene de una vaca, ni siquiera de una planta. En cambio, está hecha de dióxido de carbono, hidrógeno y oxígeno. Esto no es ciencia ficción; es la innovación de Savor, una startup californiana que busca revolucionar la industria alimentaria.
Este innovador producto es una alternativa a la mantequilla sintetizada mediante un proceso termoquímico. Captura el dióxido de carbono del aire y lo combina con hidrógeno verde y oxígeno. Las grasas resultantes son molecularmente idénticas a las de la mantequilla tradicional y, según las panaderías que lo utilizan, también sabe a mantequilla.
La mantequilla ha sido un alimento básico de la cocina durante siglos: untada en tostadas, fundida en salsas y mezclada con pasteles. Pero ahora, los científicos han creado algo completamente inesperado: mantequilla hecha de carbono.
Al menos una panadería en California ya utiliza esta mantequilla para su pan y croissants, según ABC7. Brian Wood, propietario de Starter Bakery en Berkeley, California, ha incorporado el producto a sus croissants. Afirma que la textura es perfecta y que los productos resultantes están teniendo mucho éxito.
Savor recibió financiación del multimillonario de Microsoft, Bill Gates, y ha estado trabajando para crear alternativas sin lácteos al helado, el queso y la leche. Pero la mantequilla parece estar ya lista para llegar a los estantes.
El proceso de Savor comienza capturando CO₂ del aire y extrayendo hidrógeno del agua. Estos elementos se someten a altas temperaturas y presiones, lo que inicia reacciones químicas que forman alcanos (cadenas simples de carbono). Estos alcanos se oxidan posteriormente para producir ácidos grasos, componentes básicos de las grasas y los aceites. Al combinar estos ácidos grasos en triglicéridos, Savor puede crear grasas con propiedades específicas, como las que se encuentran en la mantequilla tradicional.
Por qué esto es importante

La huella de carbono de la mantequilla, medida en kilogramos de CO₂ equivalente (CO₂e) por kilogramo, varía según factores como el contenido de grasa y el envasado, pero suele oscilar entre 5,2 kg y 14,7 kg de CO₂e por kilogramo. En cambio, Savor afirma que su proceso emite menos de 0,8 gramos por kilogramo, lo que supone una drástica reducción del impacto ambiental.
Además, el método de Savor evita el uso de tierra y agua asociado a la agricultura, lo que lo convierte en una solución prometedora para una cadena de suministro de alimentos más resiliente. Al eliminar la necesidad de vacas y cultivos, esta innovación podría desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
Ya hay una demanda
Por ahora, la mantequilla está disponible para socios selectos, con planes para una distribución más amplia en marcha. Según Savor, varios restaurantes y panaderías han mostrado interés en el producto, incluidos restaurantes con estrellas Michelin.
La mantequilla Savor está diseñada para imitar fielmente el sabor y la funcionalidad de la mantequilla láctea. Esto significa que puede utilizarse como sustituto ideal en diversas aplicaciones culinarias, como la repostería y la cocina. Los chefs y consumidores que han probado el producto afirman que es prácticamente indistinguible de la mantequilla tradicional, tanto en sabor como en rendimiento.
A pesar de la promesa, Savor enfrenta desafíos para escalar la producción y obtener las aprobaciones regulatorias. La empresa está lidiando con el panorama regulatorio para expandir sus productos a un mercado más amplio. Además, la aceptación de los alimentos elaborados en laboratorio por parte de los consumidores sigue siendo un obstáculo. Educar al público sobre la seguridad y los beneficios de estas innovaciones será crucial.
Las consideraciones de salud también están en juego. Si bien la mantequilla de Savor es químicamente idéntica a la mantequilla tradicional, se necesitan estudios a largo plazo sobre los efectos en la salud del consumo de grasas de laboratorio. La transparencia en los métodos de producción y el abastecimiento de ingredientes será vital para generar confianza en el consumidor.
Pero esto es algo prometedor. Si tiene éxito, el enfoque de Savor podría redefinir nuestra relación con los alimentos, combinando ciencia y sostenibilidad para satisfacer las demandas de un mundo cambiante.
Fuente: ZME Science.