¿Tienes problemas con las matemáticas? Un pequeño empujón al cerebro podría ayudarte.
Un nuevo estudio publicado el martes en PLOS Biology sugiere que una estimulación eléctrica leve puede mejorar el rendimiento aritmético y ofrece una nueva perspectiva de los mecanismos cerebrales detrás de la capacidad matemática, junto con una forma potencial de optimizar el aprendizaje. Los hallazgos podrían eventualmente ayudar a reducir las brechas cognitivas y ayudar a construir una sociedad intelectualmente más equitativa, sostienen los autores.
“Cada persona tiene un cerebro diferente, y su cerebro controla muchos aspectos de su vida”, afirmó Roi Cohen Kadosh, neurocientífico de la Universidad de Surrey que dirigió la investigación.
Pensamos en el medio ambiente: si vas a la escuela adecuada, si tienes el profesor adecuado, pero también es nuestra biología.
Cohen Kadosh y sus colegas reclutaron a 72 estudiantes de la Universidad de Oxford y escanearon sus cerebros para medir la conectividad entre tres regiones clave. Luego, los participantes abordaron problemas de matemáticas que requerían calcular respuestas o recordar soluciones memorizadas.

Descubrieron que las conexiones más fuertes entre la corteza prefrontal dorsolateral, que gobierna la función ejecutiva, y la corteza parietal posterior, involucrada en la memoria, predecían un mejor desempeño en el cálculo. Cuando los investigadores aplicaron una forma indolora de estimulación cerebral usando gorros con electrodos (una técnica conocida como estimulación transcraneal con ruido aleatorio), los participantes con bajo rendimiento vieron aumentar sus puntuaciones entre un 25 y un 29%.
El equipo cree que la estimulación funciona mejorando la excitabilidad de las neuronas e interactuando con GABA, una sustancia química del cerebro que inhibe la actividad excesiva, compensando eficazmente la conectividad neuronal débil en algunos participantes. De hecho, la estimulación ayudó a quienes tenían un rendimiento inferior al esperado a alcanzar o incluso superar las puntuaciones de sus compañeros con un cableado cerebral naturalmente más fuerte. Sin embargo, quienes ya tenían un buen rendimiento no experimentaron ningún beneficio.
“Algunas personas tienen dificultades con ciertas cosas, y si podemos ayudar a su cerebro a alcanzar su potencial, les abrimos muchas oportunidades que de otra manera estarían cerradas”, dijo Cohen Kadosh, calificándolo de “momento emocionante” para el campo de la investigación en estimulación cerebral.
Aun así, destacó una preocupación ética clave: el riesgo de que dichas tecnologías se vuelvan más accesibles para aquellos con medios financieros, ampliando –en lugar de cerrar– las brechas de acceso.
También instó al público a no intentar esto en casa. “Algunas personas tienen dificultades para aprender, y si nuestra investigación tiene éxito más allá del laboratorio, podríamos ayudarles a alcanzar sus ambiciones y descubrir oportunidades que, de otro modo, podrían quedar fuera de su alcance”.
Fuente: Science Alert.