Recrear una mutación rara podría garantizar inmunidad viral universal por días

Salud y medicina

Una rara mutación genética parece hacer a las personas prácticamente invulnerables a los virus, y podría utilizarse como terapia. Investigadores han demostrado que esta sorprendente protección viral puede replicarse en ratones y hámsteres.

“Aún no hemos encontrado un virus que pueda atravesar las defensas de la terapia [en pruebas de cultivo celular]”, explica el inmunólogo de la Universidad de Columbia, Dusan Bogunovic, quien descubrió por primera vez este inusual superpoder antiviral hace 13 años.

La mutación, una deficiencia del gen 15 estimulado por interferón (ISG15), causa una inflamación leve pero persistente en todo el cuerpo. El análisis de las células inmunitarias de los pacientes reveló que habían tenido la misma frecuencia habitual de casos de gripe, sarampión, varicela y paperas, pero nunca habían reportado sentirse particularmente enfermos como consecuencia. Investigaciones posteriores revelaron que las proteínas de su cuerpo que combaten los virus estaban constantemente en un nivel de alerta bajo, y nunca realmente guardadas para más tarde, como en la mayoría de las personas.

“En el fondo, seguía pensando que si pudiéramos producir este tipo de activación inmunitaria leve en otras personas, podríamos protegerlas de casi cualquier virus”, dice Bogunovic.

Ahora, Bogunovic y sus colegas han utilizado una tecnología similar a las vacunas de ARNm para inducir una deficiencia temporal de ISG15 en animales de laboratorio. La terapia proporciona instrucciones que ayudan a las células diana a producir diez proteínas que el equipo identificó como las principales responsables de los efectos antivirales.

De hecho, los cuerpos de los ratones y hámsteres de prueba crearon con éxito más de estas proteínas, que atacan a los virus en múltiples etapas de su ciclo de vida. Los investigadores luego expusieron a los animales vacunados al SARS-CoV-2. Las proteínas protectoras restringieron la infección, pero no parecieron interferir con el resto del sistema inmunitario de los animales.

“Sólo generamos una pequeña cantidad de estas 10 proteínas, durante un periodo muy breve, y esto produce una inflamación mucho menor que la observada en personas con deficiencia de ISG15”, explica Bogunovic. “Pero esa inflamación es suficiente para prevenir enfermedades [virales]”.

La tecnología aprovecha la capacidad natural de nuestro cuerpo para generar proteínas a partir de instrucciones de ARNm. Ali Damouh/Science Photo Library/Getty Images.

Los efectos de la inoculación fueron temporales, con una duración de hasta cuatro días. Quizás no parezca un tiempo suficiente para ser muy útil como plataforma de vacunación, pero podría administrarse como protección a corto plazo para el personal sanitario, incluso antes de que se desarrollaran vacunas dirigidas a virus específicos.

“Creemos que la tecnología funcionará incluso si no conocemos la identidad del virus”, dice Bogunovic.

Esta técnica tiene el potencial de aumentar enormemente nuestras respuestas durante futuras pandemias que pueden ser similares a la COVID-19 y la gripe española, que han matado a millones de personas a la vez. Sin embargo, aún se encuentra en las primeras etapas de prueba. Existen muchos desafíos por resolver en torno a cómo administrar de forma segura el ARNm donde se necesita en humanos.

“Una vez que la terapia llega a nuestras células, funciona, pero la entrega de cualquier ácido nucleico, ADN o ARN, a la parte del cuerpo que se desea proteger es actualmente el mayor desafío en el campo”, califica Bogunovic.

La reciente resistencia política y social a la tecnología del ARNm también podría representar un gran obstáculo. Sin embargo, dado el potencial del nuevo método, el desafío bien podría valer la pena.

Esta investigación fue publicada en Science Translational Medicine.

Fuente: Science Alert.

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