En los silenciosos pasillos del Museo Egipcio de El Cairo, el aire no solo está impregnado de historia. Un nuevo estudio ha estudiado sistemáticamente, por primera vez, el olor de las antiguas momias egipcias. Estos restos milenarios emiten aromas descritos como amaderados, especiados e incluso dulces: una ventana sensorial a los rituales y materiales utilizados para preservar a los muertos para la eternidad.
Al combinar el análisis químico avanzado con el agudo olfato de humanos entrenados, el equipo ha descubierto nuevos conocimientos sobre las prácticas de embalsamamiento del antiguo Egipto.
Una nariz para la historia
Los olores son mucho más que una simple sensación fugaz. Son firmas químicas, moléculas suspendidas en el aire que revelan la historia de las sustancias que las originan. Para este estudio, los investigadores utilizaron una cromatografía de gases y un espectrómetro de masas para analizar los compuestos químicos liberados por nueve cuerpos momificados del antiguo Egipto. Junto con este enfoque de alta tecnología, un grupo de olfateadores humanos describió los aromas en términos de calidad, intensidad e incluso su grado de agrado.

Las momias emitían un complejo aroma, dominado por notas amaderadas, especiadas y dulces. Los investigadores descubrieron que estos aromas provenían principalmente de resinas de coníferas, gomorresinas como la mirra y el incienso, y cera de abejas, materiales que se sabe desde hace tiempo que se utilizan en la momificación. Pero el estudio fue más allá, distinguiendo entre los olores producidos por el antiguo proceso de embalsamamiento y los introducidos posteriormente, como los pesticidas o la descomposición natural de materiales orgánicos.
“El olor de los cuerpos momificados ha suscitado durante años un gran interés entre los expertos y el público en general, pero hasta ahora no se había realizado ningún estudio científico que combinara la química y la percepción”, declaró el profesor Matija Strlič, de la Universidad de Liubliana, autor principal del estudio. “Esta investigación pionera nos ayuda a planificar mejor la conservación y a comprender mejor los antiguos materiales de embalsamamiento. Aporta una nueva capa de información que enriquece la exposición de cuerpos momificados en el museo”.

Para los antiguos egipcios, el olfato era fundamental y tenía connotaciones espirituales. Los olores agradables se asociaban con lo divino, señal de pureza y santidad. Los malos olores, en cambio, indicaban corrupción y decadencia. Esta creencia influyó en sus prácticas de momificación, cuyo objetivo era preservar el cuerpo y el alma para el más allá.
“Para los antiguos egipcios, la momificación era una importante práctica mortuoria destinada a preservar el cuerpo y el alma para el más allá mediante un detallado ritual de embalsamamiento del difunto con aceites, ceras y bálsamos”, afirmó el profesor Ali Abdelhalim, director del Museo Egipcio de El Cairo y coautor del estudio. “La práctica evolucionó con el tiempo, y la identificación de las diferentes técnicas y materiales utilizados ofrece información sobre la época, la ubicación y el nivel socioeconómico del individuo momificado”.
Preservando el pasado, comprometiéndose con el futuro
Al identificar la composición química de los olores que emiten los cuerpos momificados, los conservadores pueden proteger mejor estos artefactos antiguos y a quienes los cuidan. Algunas de las sustancias químicas detectadas, como el formaldehído, pueden ser nocivas si se inhalan durante períodos prolongados.
De forma aún más práctica, estos conocimientos podrían utilizarse para involucrar a los visitantes del museo. Los investigadores prevén la creación de “paisajes olfativos”: aromas reconstruidos que permitan al público experimentar el patrimonio del antiguo Egipto de una forma más inmersiva. “En el futuro, el equipo de investigación realizará una reconstrucción contemporánea del olor de los cuerpos momificados antiguos”, afirmó Strlič. “Esto permitirá al público experimentar este importante aspecto del patrimonio del antiguo Egipto y abordar las prácticas de embalsamamiento y conservación de una forma atractiva y olfativa”.
Los hallazgos fueron publicados en el Journal of the American Chemical Society.
Nota de la fuente: Este artículo apareció originalmente en febrero de 2025 y se actualizó con nueva información.
Fuente: ZME Science.