La hora del día en la que comes podría presagiar una muerte temprana

Salud y medicina

Un nuevo estudio longitudinal realizado por un equipo internacional de investigadores ha descubierto un vínculo entre desayunar más tarde en el día y una mayor probabilidad de muerte prematura entre las personas mayores, lo que plantea interrogantes sobre la relación entre los horarios de las comidas y las enfermedades. No sólo la comida que consumimos afecta la salud y el bienestar de nuestro cuerpo; también se sabe que la hora en que comemos influye en el funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, nuestro estado físico también puede determinar cuándo se nos antoja comer algo.

Se recopilaron datos de 2.945 adultos que vivían en Newcastle y Manchester, Reino Unido, entre 1983 y 2017. Los participantes tenían entre 42 y 94 años cuando se inscribieron, y se recopiló información a través de cuestionarios opcionales sobre su salud, estilo de vida y hábitos alimentarios. Las estadísticas revelaron que los voluntarios tendían a desayunar y cenar más tarde a medida que envejecían, lo que también acortaba su ingesta diaria de alimentos. Este horario de comida más tardío se asoció con una peor salud física y mental.

En cuanto a la mortalidad por cualquier causa (la probabilidad de morir por cualquier motivo), los investigadores encontraron una relación significativa entre desayunar más tarde y un mayor riesgo de mortalidad. Por cada hora de retraso en el desayuno, la probabilidad de morir durante el período de estudio aumentó entre un 8% y un 11%.

“Nuestra investigación sugiere que los cambios en el horario de alimentación de los adultos mayores, especialmente el horario del desayuno, podrían servir como un indicador fácil de monitorear de su estado general de salud”, afirma el científico nutricionista Hassan Dashti, de la Facultad de Medicina de Harvard.

Los investigadores rastrearon los horarios de las comidas a medida que las personas envejecían. Dashti et al., Commun. Med., 2025.

Los investigadores no están diciendo que comer el desayuno más tarde va a hacer que mueras a una edad más temprana, o que cambiar la hora del desayuno unas cuantas horas hacia adelante le garantizará tener algunos años extras al final de su vida. De hecho, sugieren que es probable que la relación se dirija en la dirección opuesta. A medida que envejecemos y aumenta la acumulación y gravedad de problemas de salud, aumenta la probabilidad de una muerte prematura y, además, provoca que desayunemos más tarde.

Una mala salud que conlleva falta de sueño es una de las posibles consecuencias, ya que la dificultad para dormir puede dificultar la tarea de levantarse. El deterioro de la salud física también implica que la mayoría de las tareas, incluida la preparación del desayuno, también requieren más tiempo.

“Hasta ahora, teníamos una visión limitada de cómo evoluciona el horario de las comidas más adelante en la vida y cómo este cambio se relaciona con la salud general y la longevidad”, dice Dashti.

“Nuestros hallazgos ayudan a llenar ese vacío al demostrar que un horario de comida más tardío, especialmente un desayuno tardío, está vinculado tanto a problemas de salud como a un mayor riesgo de mortalidad en los adultos mayores”.

Una forma en que los hallazgos del estudio podrían ser útiles es para identificar a las personas mayores con mayor riesgo para su salud. También nos permite comprender mejor cómo los cambios en los hábitos alimentarios pueden afectar de forma diferente a las personas jóvenes y mayores. La población mundial en general está envejeciendo (lo que significa que una proporción mayor del número total de personas en el planeta son mayores), lo que hace que sea cada vez más importante detectar e interpretar este tipo de patrones.

“Los pacientes y los médicos pueden utilizar los cambios en las rutinas de alimentación como una señal de alerta temprana para detectar problemas de salud física y mental subyacentes”, afirma Dashti.

“Además, alentar a los adultos mayores a tener horarios de comidas consistentes podría convertirse en parte de estrategias más amplias para promover el envejecimiento saludable y la longevidad”.

La investigación ha sido publicada en Communications Medicine.

Fuente: Science Alert.

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