Cráneo de un millón de años reescribe la historia del origen de nuestra especie

Biología

Un cráneo antiguo, deformado y dañado por los estragos del tiempo y la degradación, puede haber alterado nuestra comprensión de la historia de los humanos modernos. Utilizando cuidadosas técnicas de escaneo 3D y reconstrucción digital, un equipo de investigadores de China y el Reino Unido ha reconstruido el artefacto dañado, descubriendo exactamente dónde encaja en el árbol genealógico de los homínidos.

No se trata del cráneo de un ancestro humano moderno, sino de un ser humano estrechamente emparentado. Aun así, su antigüedad retrasa la cronología de la divergencia entre el ancestro del Homo sapiens y sus parientes cercanos, lo que sugiere que el origen de nuestra especie es varios cientos de miles de años anterior a lo que creíamos. Dos cráneos, conocidos como Yunxian 1 y Yunxian 2 (a veces catalogados como EV 9001 y EV 9002), datan de hace alrededor de un millón de años.

Su supervivencia es en cierto modo milagrosa: existen pocos restos de homínidos de esa época en el registro fósil. Sin embargo, el tiempo y la fosilización no son benévolos, y los cráneos fueron descubiertos (en 1989 y 1990, respectivamente) gravemente dañados y deformados.

Esto dificultó enormemente la identificación de su posición en el árbol genealógico de los homínidos. Se les asignó el nombre provisional “Hombre Yunxian“, en honor al nombre contemporáneo del distrito donde fueron encontrados.

Sin embargo, en las décadas transcurridas desde que se excavaron los cráneos de la roca calcárea donde yacían durante milenios, las herramientas arqueológicas han mejorado drásticamente. Ahora, para estudiar un fósil, los científicos ya no tienen que dañarlo más. En su lugar, pueden realizar escaneos 3D de alta resolución y realizar su análisis con herramientas digitales.

De los dos cráneos, Yunxian 2 fue el menos distorsionado, por lo que los investigadores lo eligieron como la mejor opción para una reconstrucción digital. Lograron revertir eficazmente el daño lo suficiente como para catalogar y describir sus características y determinar su encaje en la historia de los homínidos.

La reconstrucción de Yunxian 2. Feng et al., Science, 2025.

Curiosamente, este análisis reveló que el cráneo presenta una mezcla de rasgos antiguos y recientes. Presenta un arco superciliar grueso y una caja craneana larga y baja, características también presentes en homínidos anteriores, como el Homo erectus. La base del cráneo es ancha y la frente plana.

Por otro lado, también exhibe rasgos observados en homínidos posteriores. El tamaño de su caja craneana era mayor que el del Homo erectus (aunque aún menor que el del Homo neanderthalensis o el Homo sapiens). Carece también de la región posterior del cráneo, marcadamente angulosa, que se observa en el Homo erectus, y la forma de su rostro es más plana.

Esta mezcla de rasgos sugiere que el Hombre de Yunxian es un vínculo entre el Homo erectus, que lo precedió, y las especies de homínidos que aún estaban por venir. Los investigadores creen que encaja en el clado del Homo longi, un grupo hermano del Homo sapiensy el linaje al que se cree que pertenecen los denisovanos.

Los rasgos morfológicos del cráneo y su edad sugieren que todas estas especies divergieron mucho antes de lo que creíamos. Según estimaciones previas, los humanos modernos y los neandertales divergieron hace entre 500.000 y 700.000 años.

Sin embargo, según los nuevos cálculos, las divisiones ocurrieron todas en un lapso de tiempo muy corto una de otra, comenzando hace alrededor de 1,38 millones de años, y siendo los neandertales los primeros en separarse.

Los clados del Homo longi y del Homo sapiens divergieron hace aproximadamente 1,32 millones de años. Posteriormente, el Homo longi desarrolló rasgos distintivos hace alrededor de 1,2 millones de años, y el Homo sapiens, hace alrededor de 1,02 millones de años.

Estos son los puntos donde aparecen por primera vez los rasgos diagnósticos en el registro fósil. Por esta razón, estas fechas posteriores constituyen lo que los arqueólogos denominan el punto de origen de un clado, lo que significa que el Homo sapiens puede rastrearse hasta hace más de un millón de años.

“Esto cambia muchas ideas porque sugiere que hace un millón de años nuestros antepasados ​​ya se habían dividido en grupos distintos, lo que apunta a una división evolutiva humana mucho más temprana y compleja de lo que se creía anteriormente”, dijo a The Guardian el antropólogo físico Chris Stringer, del Museo de Historia Natural del Reino Unido .

“Es más o menos el doble del tiempo de origen del Homo sapiens“.

Esta drástica revisión de la cronología humana requerirá un análisis minucioso. Sin embargo, de validarse, los hallazgos podrían ayudar a resolver algunos de los mayores misterios sobre la evolución de los homínidos, incluyendo el “lío intermedio“, una confusa maraña de fósiles enigmáticos que datan de hace un millón de años.

La investigación ha sido publicada en Science.

Fuente: Science Alert.

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