Los planes de la NASA de volar una nave espacial junto a un asteroide potencialmente peligroso en 2029 continuarán, al menos durante el próximo año. Tras las amenazas de cancelación de la misión, la nave espacial OSIRIS-APEX recibió una asignación de última hora de US$20 millones en el proyecto de ley de presupuesto de la Cámara de Representantes para continuar con sus operaciones básicas durante el próximo año fiscal. Sin embargo, el destino de otras 18 misiones de la NASA programadas para detener sus operaciones el 1 de octubre sigue siendo incierto debido al cierre gubernamental en curso.
“Nos sentimos increíblemente aliviados y agradecidos”, declaró Dani Mendoza DellaGiustina, investigadora principal de OSIRIS-APEX en la Universidad de Arizona, a Live Science en un correo electrónico. La noticia se anunció inicialmente el 7 de octubre en una reunión del Comité de Astrobiología y Ciencias Planetarias de las Academias Nacionales, según informó Ars Technica.
OSIRIS-APEX significa “Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad — Apophis Explorer”. La misión está programada para observar el asteroide Apophis, de 400 metros de ancho, que se creía que representaba una amenaza menor para la Tierra durante un encuentro cercano en 2029.
Afortunadamente, observaciones posteriores mostraron que Apophis —nombre que proviene de una antigua deidad egipcia asociada con el caos— sobrevolará la Tierra sin problemas. Sin embargo, se acercará mucho: su trayectoria lo llevará dentro de la órbita de satélites geoestacionarios, a aproximadamente 36.000 km, lo que podría hacerlo visible a simple vista. Sin embargo, dado que Apophis cruza periódicamente la trayectoria de nuestro planeta, aún existe el riesgo de un impacto directo en un futuro lejano.
OSIRIS-APEX utiliza la nave espacial OSIRIS-REx, que capturó una pequeña muestra del asteroide Bennu en 2020 y trajo el preciado polvo a la Tierra en una cápsula de retorno independiente, proporcionando información crucial sobre nuestro sistema solar primitivo. El núcleo de la nave se mantiene en buen estado, y tanto DellaGiustina como la NASA han enfatizado que será más económico usar una misión espacial existente para observar Apophis que lanzar una nueva.

“Apophis es uno de los asteroides cercanos a la Tierra más fascinantes que hemos descubierto”, afirmó DellaGiustina. “Al estudiar Apophis durante y después de su encuentro con la Tierra, tenemos una oportunidad única de comprender cómo los sobrevuelos planetarios cercanos transforman los cuerpos pequeños: desde temblores sísmicos y deslizamientos superficiales hasta cambios en la rotación y la órbita”.
Sin embargo, en mayo, la administración Trump incluyó a OSIRIS-APEX en una lista de 19 misiones de la NASA que pretendían cancelar, como parte de una serie de recortes drásticos que reducirían el presupuesto de la agencia en casi un 25%, de US$24.800 millones a US$18.800 millones. El destino de las otras 18 misiones sigue siendo incierto; el gobierno estadounidense se encuentra en paralización desde el 1 de octubre, tras el fracaso de los legisladores en Washington, D. C. en alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto fiscal de este año.
Si bien las operaciones de OSIRIS-APEX para 2026-27 están aseguradas, el Congreso exige una revisión anual de la financiación de la NASA. Esto significa que la misión, junto con otros proyectos de la NASA, será reconsiderada para su financiación en el próximo año fiscal.
DellaGiustina expresó su esperanza de que la financiación continúe. La misión fue “declarada explícitamente”, afirmó, en las versiones de la Cámara de Representantes y el Senado del presupuesto fiscal 2026 de la NASA, gracias al apoyo de la delegación del Congreso de Arizona, en particular del senador Mark Kelly (demócrata), exastronauta de la NASA, y del representante Juan Ciscomani (republicano), egresado de la Universidad de Arizona (institución que dirige OSIRIS-APEX y que también dirigió OSIRIS-REx).
“El Congreso reconoció la importancia de mantener nuestras naves espaciales e instrumentos operativos mientras navegamos hacia Apophis”, dijo DellaGiustina. “Esto no garantiza la financiación en los próximos años, pero nos permite seguir adelante y nos da la oportunidad de llevar a cabo este encuentro único en la vida”.
La ciencia del futuro en riesgo
Si bien la financiación fue un alivio para el equipo, no todo son buenas noticias. El equipo científico no recibió financiación para investigación activa este año, lo que significa que los directores de misión —y los investigadores en sus inicios de carrera a los que asesoran, como los estudiantes— no pueden realizar análisis, planificación ni ciencia de la misión.
DellaGiustina afirmó que era “desalentador tener que suspender su participación durante un año o más”. En 2022, la última revisión de alto nivel de la misión de la NASA —una iniciativa comunitaria que se realiza aproximadamente cada tres años para evaluar los beneficios de la investigación científica— indicó explícitamente que la mentoría dentro del equipo sería beneficiosa para la comunidad espacial.
“Esta misión de larga duración presentó un plan de desarrollo profesional eficaz, que permitiría a los científicos jóvenes pasar a roles más senior a medida que la misión avanza”, afirmó la revisión senior, y agregó que la mayoría de los líderes senior de OSIRIS-APEX, incluida la propia DellaGiustina, surgieron de roles anteriores y junior en OSIRIS-REx.
Mientras tanto, las dos misiones siguen produciendo artículos científicos cada año; su productividad científica fue elogiada por el equipo de revisión superior, que en 2022 señaló al menos 137 artículos producidos “que revelan descubrimientos y conocimientos significativos sobre la estructura y evolución de un pequeño asteroide”.
En los últimos tres años se han publicado muchos otros artículos sobre la composición y el origen de Bennu, y pronto se publicarán más, afirmó DellaGiustina. Cabe destacar que un artículo de Nature publicado en enero mostró que el cuerpo del que provino Bennu tenía una especie de salmuera que lo atravesaba, la cual incluía carbonatos, los componentes básicos de la vida. “El cuerpo del que provino Bennu podría haber sido similar a un mundo oceánico”, afirmó DellaGiustina.
Fuente: Live Science.