Los murciélagos en EE. UU. pueden brillar de un verde fantasmal. Y los científicos no saben por qué

Biología

Los murciélagos que brillan en la oscuridad que cuelgas para decorar Halloween podrían ser más precisos biológicamente de lo que pensabas. Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Georgia (EE. UU.) ha confirmado que algunos murciélagos norteamericanos brillan bajo la luz ultravioleta.

El equipo examinó 60 especímenes de museo de seis especies: murciélagos marrones grandes (Eptesicus fuscus), murciélagos rojos orientales (Lasiurus borealis), murciélagos seminolas (Lasiurus seminolus), murciélagos miotis del sudeste (Myotis austroriparius), murciélagos grises (Myotis grisescens) y murciélagos de cola libre brasileños (Tadarida brasiliensis) – y descubrió que todos y cada uno de ellos emitían luz después de ser expuestos a la radiación ultravioleta.

Pero no están solos: estudios anteriores han descubierto que toda una colección de mamíferos parece estar celebrando una fiesta de luz negra, en un arcoíris de colores.

Pero con estos murciélagos, existe un curioso caso de conformidad: en todas las especies, sexos y edades, su fotoluminiscencia era la misma. Siempre provenía de sus alas, extremidades traseras y la membrana entre las patas, y siempre era verde, dentro de un estrecho rango de longitudes de onda.

Algunos de los murciélagos fotoluminiscentes estudiados. Roberson et al., Ecology & Evolution, 2025.

Según los investigadores, esto descarta algunas posibles explicaciones para este rasgo. Si todos visten el mismo color, no será de mucha utilidad para que los murciélagos reconozcan su propia especie ni para diferenciar a posibles parejas de sus rivales.

“Los datos sugieren que todas estas especies de murciélagos lo heredaron de un ancestro común. No surgieron de forma independiente”, afirma Steven Castleberry, biólogo de vida silvestre de la Universidad de Georgia. “Podría ser un artefacto ahora, ya que tal vez el brillo cumplió una función en algún momento del pasado evolutivo, y ya no la cumple”.

Si bien las longitudes de onda caen dentro del rango de visión de los murciélagos, el equipo no está seguro de que haya suficiente luz en su entorno durante la noche para producir la fotoluminiscencia, especialmente en sus oscuros lugares de descanso. Pero curiosamente, las ubicaciones del brillo, en las alas y las extremidades inferiores, corresponden a partes del cuerpo visibles mientras los murciélagos vuelan y buscan alimento. Determinar si esto proporciona una pista sobre alguna posible función conductual tendrá que esperar hasta que los investigadores puedan examinar murciélagos vivos.

La investigación fue publicada en la revista Ecology & Evolution.

Fuente: Science Alert.

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